Es De hombres y dioses mucho más que una antología de poesía antigua. Además de ser bilingüe, su editor, Fernando García Romero, ofrece un panorama de la lírica arcaica tanto general como particular: se analizan sus rasgos generales, pero también los distintos periodos y autores. Asombra comprobar que, contra la concepción romántica (y gran parte de la concepción actual), hay poesía, y poesía de la buena, sin que necesariamente tenga que consistir en la expresión subjetiva, íntima o sentimental de las pasiones del poeta. En este caso, el poeta no quiere ser testigo de sus sentimientos, sino de los cambios que sacuden su entorno, la consolidación de las ciudades-estado, la sucesión de tiranías, la amenaza que representa el imperio persa, etc. El poeta es testigo de estos cambios, e incluso su protagonista, y no hace otra cosa que ponerlos en palabra, lo que le convierte en el ámbito privado del sympósion, o bien en el ámbito público de la fiesta, en político, en actor de la historia.
En esta excepcional antología la académica Clara Janés recoge composiciones de las primeras poetisas que escribieron en lengua castellana, mujeres que sintieron la inquietud de la creación y la desarrollaron hasta alcanzar las más altas cotas.
Ya en el siglo XVII, María de Zayas y Sotomayor se quejaba así en La inocencia castigada: «¿Por qué, vanos legisladores del mundo, atáis nuestras manos para las venganzas, imposibilitando nuestras fuerzas con vuestras falsas opiniones, pues nos negáis letras y armas?». Afortunadamente, a pesar de estas injustas limitaciones, hubo creadoras a quienes su voluntad y unas circunstancias propicias permitieron entrar en el mundo de la literatura: Luisa Sigea, Mariana de Vargas y Valderrama, Leonor de la Cueva y Silva o Juana Inés de la Cruz son algunas de las cuarenta y tres extraordinarias poetisas cuya vida y obra Clara Janés nos ofrece en estos apasionantes retratos que recorren más de doscientos años de lírica española escrita por mujeres.
Este libro no canta (porque las letras son mudas y los lectores sordos), pero sí cuenta, algunas de las hazañas de cuatro de los notables más recordados por la memoria oral del pueblo djerma del sur de Níger: el tirano Da Monzón, que poseía un amuleto hecho con una cabeza de perro que sembraba la muerte por donde pasaba; los colosales y desdichados guerreros Bákari Dia (quien persiguió a un ejército de genios hasta las profundidades de un río y nunca regresó) y Gorba Dikko (muerto durante días, erguido sobre un caballo también muerto, en la inmensidad de la sabana, puesto que el infierno no fue capaz de derrotarlo); y Samba Soga, el músico que hechizaba a los muy pocos que tenían la fortuna de escucharlo, y que robó su joven esposa a un viejo rey de piel de cocodrilo. Quiere trasvasar este volumen, a la letra impresa y a una lengua muy distinta de la suya, el arte inmemorial de los jasarey, la casta de siervos músicos que, mientras tañían sus mooley de tres cuerdas, cantaban las hazañas, las alabanzas y las genealogías de sus señores. Legando al mundo el tesoro de una literatura oral y de un mundo tradicional que se apagan, puesto que solo sigue cantando hoy el último anciano jasare que guarda la memoria de estas asombrosas epopeyas, grandiosas Ilíadas injertadas dentro de coloreadas Odiseas.
Poesias en Homenaje al Centenario de Gabriel Celaya 1911-2011
Antología poética de homenaje a Miguel Hernández. Escriben, entre otros, Caballero Bonald, Luis García Montero, Felipe Alcaraz, Marcos Ana…Ilustraciones de Cristóbal y Vázquez de Sola.