"Ante el cantar de Itsjok Katzenelson al lector no le queda otra alternativa que detenerse turbado, respetuoso. No hay una obra comparable a ésta en toda la historia de la literatura: es la voz del morituro, entre los cientos de miles que van a morir, atrozmente consciente de su destino singular y del destino de su pueblo." (Primo Levi).

Itsjok Katzenelson nació en 1886 en Korelitschi (Bielorusia). Desde muy joven escribió y publicó poemas en prosa y en verso, y breves obras dramáticas, tanto en ídish como en hebreo. Fue profesor y director de una escuela hebraica en Lodz (Polonia) e integró el renombrado grupo literario judío de esa ciudad. Después de la ocupación alemana de Polonia huyó con su familia al Gueto de Varsovia, de donde su mujer y sus dos hijos menores fueron deportados a Treblinka. No volvió a verlos. Participó en la sublevación del Gueto en 1943, y logró huir con su hijo mayor con pasaportes falsos. Fue internado en Francia, en el campo de Vittel y allí escribió, "El canto del pueblo judío asesinado", su obra más importante. Su rastro se pierde en Auschwitz en mayo de 1944.

Los ensayos que componen esta obra constituyen una aproximación radical a la realidad europea del siglo XX vivida desde muy cerca. Al analizar el Holocausto, el acontecimiento más sangrante de la historia reciente, el autor se basa tanto en la propia experiencia como en décadas de reflexión, y aporta una luz decisiva al cuadro que compone la humanidad contemporánea.
Pero en este libro no sólo habla una voz que ha vivido la experiencia, sino también una voz europea enmarcada en un arco geográfico que comparte un patrimonio cultural y espiritual. Kerstész habla de su propio país, Hungría, sobre su capital, sobre el concepto de patria en general y sobre algunas de las figuras más importantes de la literatura húngara, tales como Márai, Radnóti o Krúdy.