A lo largo de los siglos, los habitantes de las comunidades marineras de la fachada atlántica europea han mantenido una productiva relación comercial con sus respectivas comarcas interiores y han sustentado entre sí activas relaciones, tanto económicas como culturales, teniendo a la mar como principal punto de unión. La mar y algunas actividades vinculadas al mundo marítimo, especialmente la pesca y la navegación, han sido un poderoso factor de comunicación entre poblaciones y culturas, que han llegado así a compartir su condición «atlántica», con grandes similitudes en costumbres, creencias y formas de vida.
Es precisamente en este ámbito geográfico y social donde se aprecia la semejanza existente en el desarrollo de numerosos oficios marineros que tuvieron a la mujer como principal protagonista, pues desde temprana edad las mujeres de los pueblos del litoral atlántico han participado de los trabajos de la mar con la misma intensidad que los hombres.
En esta publicación se muestran un centenar de fotografías que nos permiten conocer las similitudes existentes a la hora de realizar algunas de las actividades marineras desempeñadas por mujeres en la costa atlántica durante el siglo xx. Las imágenes proceden de distintas instituciones culturales y colecciones particulares.
Los oficios con participación femenina que aparecen representados en este libro corresponden a la recogida de algas; al trabajo en las salinas; a la recolección y cultivo de mariscos; al acarreo, carga y descarga en puertos y muelles; a la venta ambulante de pescado; a la reparación y confección de las redes; a la clasificación y preparación de la pesca previa a su comercialización, y al proceso de elaboración y envasado de conservas, escabeches y salazones de pescado.

Transatlántico es el diario de un viaje en barco desde Málaga hasta Santos, en el sur de Brasil, haciendo escala en numerosos puertos. Mezcla de crónica y relato, de realidad y ficción, el texto descansa en la experiencia de la travesía por el océano, la vida en el interior del crucero, animada por variopintos personajes, y las breves estancias en las poblaciones costeras donde el barco detiene unas horas su marcha.
La expectativa de llegar a un destino, el afán de pisar nuevos territorios, cuyo conocimiento escapa inevitablemente a la observación fugaz del visitante, aun siendo importantes, pesan menos que el viaje mismo, la navegación sobre un mar desierto, siempre igual y distinto, el incesante desplazamiento en diagonal hacia el sur, las novedades de cada día, el descubrimiento y exploración tanto del pequeño mundo anidado tras el casco del buque como de uno mismo.
Fruto de una mirada crítica, no exenta de ironía, Transatlántico es más que la crónica de una singladura por el Atlántico, pues el viaje constituye en realidad una excusa para desplegar una prosa clara y precisa, entreverada de descripciones y reflexiones, que alcanza momentos de gran belleza literaria.
• Miguel Rodríguez Muñoz (Mieres, 1946). Licenciado en Derecho. Es autor de dos libros de relatos, Movimientos migratorios (1995) y El guerrero del interfaz (1996), un volumen de artículos: La cáscara amarga (1999), la novela Memoria de la lluvia (2002) y un libro de aforismos: Contra la gravedad (2006), todos publicados en KRK Ediciones.