El libro bobo de Bush

"La gente se pregunta: '¿Cómo puedo ayudar en esta guerra contra el terror, cómo puedo luchar contra el mal?'. Puedes hacerlo ayudando a un niño, visitando a un enfermo en su casa y diciéndole: 'Te quiero'".
"El embajador y el general me han informado de que la gran mayoría de los iraquíes quiere vivir en un mundo pacífico y libre. Y nosotros vamos a encontrar a esa gente y la vamos a poner en manos de la Justicia".
"Bien, pienso que si dices que vas a hacer algo y no lo haces, eso es la honradez."
"La tercera prioridad de la campaña es dar la primera prioridad a la enseñanza".
"Recuerden simplemente que son los pájaros los que se supone que sufren, no el cazador".
“Tengo el honor de estrechar la mano de un ciudadano valiente iraquí, quien tiene su mano cortada por Saddam Hussein”.
“Tendré una política exterior orientada hacia el extranjero”
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"El libro bobo de Bush" recoje una antología de los más célebres disparates, errores y bobadas pronunciadas por el presidente George Bush (lo que en Estados Unidos llaman"bushisms").
"A fin de que le sirva de guía en esta nueva etapa que todos hemos comenzado, le he mandado a Zapatero por correo urgente un libro que le dará luz cuando el camino esté a oscuras (mi prosa se parece cada día más a la de Ibarretxe). El libro está compuesto de pensamientos, no de Nietzsche, ni de Montaigne ni de Baltasar Gracián. Son de Bush, que van como más al grano y también son más actuales, qué caramba. Me fastidia no habérselos mandado antes, cuando Zapatero se las tuvo que ver con Powell o con Blair, pero habrá tiempo... Este pequeño libro rojo que destila la esencia del alma bushoniana es una puerta abierta a la esperanza." (Elvira Lindo, "El País")
"Todavía me estoy riendo tras la lectura de El libro bobo de Bush" (Luis María Ansón, "La Razón")
"Por ser quizás el estadista que maneja los designios de siete mil millones de terrícolas, el cerebro de George Bush debería resultar un prodigio de capacidades y sensibilidad. Pero, desde los tiempos en que gobernaba Florida, la opinión pública internacional viene acumulando pruebas de que su entramado neuronal quedó seriamente dañado por su toxicomanía juvenil. El libro bobo de Bush constituye una más, quizás la más relevante, por cuanto que puede considerarse algo así como su legado intelectual. Prueben a quitar la palabra libro del título y verán como su contenido no cambia." (Roberto Valencia, "Lateral")