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Un avión en el que viaja una misión de la ONU se ve obligado a efectuar un aterrizaje de emergencia en un rincón perdido del archipiélago indonesio. Los supervivientes -una variopinta pandilla de enfermeras suecas, leñadores y comadronas finlandesas, médicos noruegos, azafatas y pilotos ingleses- consiguen milagrosamente alcanzar una playa rodeada por una jungla impenetrable. Superada la consternación inicial y sin perder nunca la esperanza de un regreso al hogar, la comunidad de náufragos se dedica con creciente alegría a la organización de la supervivencia en la isla tropical: aunque la estancia vaya a ser provisional, ¿por qué no animarla con lo superfluo indispensable que da sabor a la vida? Por ejemplo, un frigorífico pergeñado con chalecos salvavidas, una irrenunciable sauna, un consultorio para la difusión de los métodos anticonceptivos o, por qué no, una destilería clandestina. Y si al final no hay más remedio que salvarse, ¿por qué no hacerlo lanzando un grandioso SOS al espacio?
Gracias a su humor irreverente y a sus personajes anárquicos, locos y rebeldes, Paasilinna le da la vuelta, igual que a un calcetín, al topos literario de la isla desierta y se inventa una hilarante aventura utópica donde se descubre que, con una distribución equitativa de la riqueza, una mayor justicia y una liberación de toda clase de estructura «civil» también es posible alcanzar la felicidad. Tal vez.
«Anterior a El año de la liebre, esta novela anuncia la irresistible tendencia del escritor finlandés: aislar a los personajes del resto del mundo, llevarlos a situaciones extraordinarias... y ver qué pasa. Con ese humor a ratos punzante, flemático o disparatado que tanto gusta hoy, se divierte trazando las particularidades del ser humano: egoísmo, necedad, locura... y una incorregible ternura» (Claudine Coddens, Télérama).
«Paasilinna prosigue su exploración de los mundos en declive, donde cada uno se inventa nuevos modelos de existencia. Con el individualismo bonachón al que nos tiene acostumbrados, la misma tranquila fantasía y la misma rebelión dulce que constituyen la esencia del poderoso encanto que desprende la obra de este moralista jovial» (Elle).
«Si el autor no pierde jamás el humor sin el cual este género de relato parecería ridículo, tampoco puede dejar de soñar -y de hacer soñar al lector- con una sociedad donde los antagonismos naturales son canalizados por un pequeño número de reglas elementales» (Raphaëlle Rérolle, Le Monde).
«Al final toma partido por el heroico grupo de los náufragos más anarquistas, reticentes al rescate y deseosos de permanecer en su paraíso» (Donna moderna).
«Pongan a unos nórdicos en una isla desierta y verán nacer una sociedad mejor. En esta novela, Arto Paasilinna, con su habitual humor mordaz, lleva a sus picarescos personajes al extremo en un marco de naturaleza selvática» (La Repubblica).
• Arto Paasilinna (Kittila, 1942) es un autor de extraordinario éxito por su humor original y su capacidad de contar de manera muy cómica las historias más desconcertantes. En la editorial Anagrama publicó El molinero aullador: «Mucho más que una sátira: es también una magnífica novela de aventuras clásica de ritmo trepidante y guiños a la tradición» (F. Llauradó, Revista de Libros). También El bosque de los zorros: «El lector no puede más que dejarse llevar por la corriente de aire fresco y disfrutar de uno de los momentos más divertidos de la literatura de la temporada» (Silvia Pons). Después, Delicioso suicidio en grupo: «Novela desopilante sobre la muerte» (Mercurio); «La razón primordial de tanto éxito (de Paasilinna) es que son novelas indudablemente divertidas, pero no por ello insustanciales; su sentido de lo cómico recuerda, de alguna manera, el cine mudo, en concreto la actitud impasible de Buster Keaton frente a la tontería. Una de sus narraciones más corrosivas» (Francisco Solano, El País). La dulce envenenadora: «A caballo entre la farsa y el género negro. Su vena cáustica, además de proporcionar un buen entendimiento lector, deja entrever muchas de las llagas de una sociedad temerosa y aburrida a partes iguales» (Fernando Martínez Laínez, ABC). El mejor amigo del oso: «Divertidísima» (Carles Barba, La Vanguardia); «Una sátira social feroz y divertida» (S. Rodríguez Prieto, El País).