Estas narraciones de la Condesa de Pardo Bazán, son uno de los pocos casos de literatura naturalista que se han dado en nuestro país. Estos cuentos escenifican virtudes que suelen asociarse a estas fechas y trazan un retrato de la sociedad en el que los protagonistas encarnan la reconciliación, la caridad, la devoción religiosa, insólitas en cualquier otro momento del año.

Esta colección de cuentos de mujeres europeas nos dará a conocer una visión distinta, doblemente ignorada, ya que ellas siempre han tenido una proyección más limitada que sus colegas masculinos. Se han reunido en este volumen un conjunto de autoras que, consideradas primeras figuras en sus países respectivos, son nombres apenas conocidos en el nuestro. Miradas que recorren el continente desde finales del siglo XIX y a lo largo del XX, proponiendo los dramas del ser humano universal. Ilustaciones a color.

En los cuentos de Pardo Bazán abundan las mujeres luchadoras, un apoyo de doña Emilia a la mujer trabajadora, que merece ser protagonista de una obra literaria. Hay mujeres sometidas a todos los hombres de su familia (las que son pobres), y mujeres que son dueñas de su destino (ricas, aunque con ayuda masculina). La mayoría sabe lo que quiere y no vacila en emplear los medios más insólitos y hasta salvajes para conseguirlo.

Felipe Trigo, Álvaro Retana, Antonio de Hoyos y otros... El diablo es un personaje subyugante, por más que la modernización religiosa parece haberle colocado en un segundo puesto. La literatura se ha ocupado de él en muchas ocasiones y a su inspiración se deben obras memorables, como el Fausto de Goethe. En las letras españolas, característicamente realistas, su presencia ha dejado sin embargo algunas huellas inolvidables, como las que recogemos en este libro.

La literatura erótica en España fue practicada por renombrados escritores desde el inicio del siglo XX y hasta el comienzo de la Guerra Civil. En esta antología, se reúne a los más significativos de la época, que, ya fuera utilizando un seudónimo o firmando con su propio nombre, aguzarón su ingenio literario para describir las grandes pasiones del amor y la sexualidad. Acompañado de las ilustraciones originales de las publicaciones de aquellos tiempos.

Cuando los españoles llegaron a Filipinas, la lengua española empezó siendo un instrumento de dominio cultural; luego se convirtió en elemento de identidad nacional y, finalmente, con la presencia norteamericana, en arma de restistencia. Los cuentos recogidos en esta antología (editada por Manuel García Castellón) recorren esas tres etapas y reflejan asimismo el encuentro entre dos concepciones culturales muy diferentes, del que resultó una sociedad sorprendentemente exótica y entrañable. El libro incluye unas notas biográficas de cada uno de los dieciocho escritores antologados, así como un glosario y una galería de grabados e imágenes de la Filipinas colonial.