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83 libros encontrados buscando Materia: Libros Clásicos

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978-84-8367-775-9

El mercader

Editorial: Krk   Fecha de publicación:    Páginas: 96
Formato: Rústica, 11,3 x 16,5 cm.
Precio: 9,94
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El mercader representa el conflicto entre un padre, Demifón, y su hijo, Carino, por asegurarse la propiedad y el cariño de Pasicompsa, cortesana que este se ha traído al volver a Atenas tras dos años en Rodas como mercader. Allí lo había enviado su padre para apartarlo de una vida disoluta. De tal palo, tal astilla, dice el refrán, y de modo paralelo ambos planean vendérsela a su vecino Lisímaco —el padre— y a su amigo Éutico —el hijo—, a su vez padre e hijo, con el fin común de tenerla a su disposición sin despertar sospechas.
Esta comedia pertenece al primer período de la producción plautina pero en ella se aprecian ya las características propias de su autor: tramas rebuscadas, equívocos, interpretación literal de las metáforas como recurso cómico o aparición de personajes tipo, como el viejo libidinoso, el joven enamorado o el esclavo que asiste a su amo. Hay también dos monólogos moralizantes […]: el monólogo feminista —si se me permite el anacronismo— de Sira y el de Éutico proponiendo la promulgación de una ley que prohíba a los viejos tener amantes.
Cecilia Blanco Pascual, de la Introducción.


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978-84-8367-766-7

Obras completas. XV. Escritos Jurídicos.

Editorial: Krk   Fecha de publicación:    Páginas: 832
Formato: 17 x 24 cm.
Precio: 45,00
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• Edición de Ignacio Fernández Sarasola

Licenciado en cánones por la Universidad de Ávila, Jovellanos adquirió formación académica de jurista, ya que en el siglo xviii esas facultades estaban capacitadas, como las de leyes, para instruir a los futuros profesionales del Derecho. Fue Juan Arias Saavedra quien, viendo las dotes del gijonés para el ámbito jurídico, le hizo inclinarse por la judicatura como profesión, renunciando a la carrera eclesiástica e iniciando así una próspera trayectoria profesional. Porque, aunque interesado por las más variadas disciplinas, Jovellanos fue, por formación y desempeño, un jurista: alcalde de cuadra en Sevilla, oidor de la Audiencia de aquella misma provincia, alcalde de casa y corte y miembro del Consejo de Órdenes Militares. Incluso cuando asumió brevemente un cargo político, durante el reinado de Carlos IV, ocupó precisamente la secretaría del Despacho de Gracia y Justicia.
El presente volumen atiende a esa parte esencial de la biografía del ilustrado asturiano: su quehacer profesional y las reflexiones y documentos ligados al mundo del Derecho en el que se había formado. Un ámbito que él conoció en detalle, y que aplicaría también a otras ramas del saber a las que dedicó su esfuerzo, como la economía, la política y la pedagogía.
La obra comprende los escritos forenses redactados en su carrera judicial, los dictámenes y escritos oficiales expedidos como miembro del Consejo de Órdenes Militares, los textos de contenido jurídico suscritos como ministro de Gracia y Justicia, los documentos elaborados como vocal de la Junta Central durante la guerra de la Independencia, los diversos estudios jurídicos de sesgo doctrinal y, finalmente, escritos jurídicos de naturaleza privada, como testamentos, contratos y poderes.
El volumen reúne cerca de cien documentos, muchos de ellos inéditos, y otros ahora editados a partir de los manuscritos originales. El conjunto de escritos ofrece una imagen nítida del Jovellanos jurista, en la que se percibe el paradigma de la Ilustración: la búsqueda por alcanzar una versión moderna y humanitaria del Derecho que adaptase añejas metodologías y procedimientos a los ideales que traían consigo las nuevas luces del XVIII. Todo ello sin quebrantar la esencia de la tradición jurídica del Derecho patrio, plasmada en lo que Jovellanos consideraba la Constitución histórica. Una Constitución en la que se asentaban los antiguos fueros y derechos de los españoles que el jurista debía salvaguardar.


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978-84-8367-736-0

Aulularia (La comedia de la olla)

Editorial: Krk   Fecha de publicación:    Páginas: 76
Formato: Rústica, 11,3 x 16,5 cm.
Precio: 9,94
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• Versión de Dioni Torres. Guía didáctica de Esther Castro Martínez

Aulularia o Comedia de la olla es la historia de un viejo avaro con tanto miedo a perder un tesoro que ha encontrado merced a la intervención del Lar familiar, que acaba por perderlo de tanto como lo esconde. Pero esta obra es una comedia, así que el viejo recupera el tesoro y, según lo que sabemos —no se conserva el final de la pieza—, también la salud mental, pues recupera la cordura y el sosiego después de entregar la dichosa olla de oro como dote para la boda de Fedria, su hija, con Licónides


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978-84-8367-726-1

Lecciones sobre retórica

Editorial: Krk   Fecha de publicación:    Páginas: 760
Formato: Tapa dura, 12 x 17 cm.
Precio: 31,67
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• Edición de Jorge López Lloret.

Adam Smith impartió lecciones sobre retórica entre 1748 y 1763, primero en Edimburgo y a partir de 1751 en la Universidad de Glasgow. Al final de su vida ordenó quemar sus manuscritos, entre ellos el de estas lecciones, por lo que el papel de la retórica en su pensamiento se ha considerado algo marginal.
Esto cambió cuando John Maule Lothian descubrió en 1958, en una subasta en Aberdeen, unas «Notas de las lecciones de retórica del Sr. Smith», publicándolas en 1963 como Lecciones sobre retórica y bellas letras. Se trata de una transcripción bastante fiable y completa de las clases sobre retórica que Smith impartió en Glasgow durante el curso 1762-1763.
La difusión de estas lecciones ha dado lugar a que se revalorice la presencia de la retórica en su pensamiento y, con ello, a que se reinterprete de una manera totalmente diferente su obra global, incluidos sus planteamientos económicos, que se muestran enraizados en una compleja cultura interdisciplinar de base humanística..

• Adam Smith (Kirkcaldy, 1723 – Edimburgo, 1790) estudió en la Universidad de Glasgow con, según sus palabras, «el nunca olvidado Hutcheson». Entre 1740 y 1746, como becario Snell en Oxford, se preparó para eclesiástico. Aunque nunca llegaría a serlo, durante este periodo adquirió unos sólidos conocimientos sobre la teoría y la historia de la retórica, lo que le permitió debutar como orador en Edimburgo en 1748 con unas lecciones sobre retórica que mantuvo hasta 1763, cuando se retiró de la docencia universitaria en Glasgow. En paralelo, impartió clases de jurisprudencia y filosofía moral, todo lo cual dio lugar a La teoría de los sentimientos morales (1759) y sentó las bases de su obra más famosa, La riqueza de las naciones (1776), donde incorporó también su conocimiento de los fisiócratas franceses, con los que mantuvo contacto durante su viaje a Francia entre 1764 y 1766 como tutor de Henry Scott, tercer duque de Buccleuch. En 1778 fue nombrado director de aduanas, viviendo con su madre Margaret hasta que esta murió en 1784.


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978-84-8367-716-2

Demócrito. La ética del buenánimo. Fragmentos y comentarios

Editorial: Krk   Fecha de publicación:    Páginas: 268
Formato: Tapa dura, 12,3 x 17 cm.
Precio: 21,95
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Demócrito de Abdera (siglo V a. n. e.) fue un filósofo contemporáneo de Sócrates y Protágoras a quien la historiografía filosófica ha encasillado entre los pensadores llamados «presocráticos» o, por su especial interés en la Naturaleza, «físicos», atendiendo a la perspectiva materialista con que profundizó en el atomismo de su maestro Leucipo. Sin embargo, en lo que se conserva de su pensamiento (que lamentablemente nos ha llegado de forma muy fragmentaria), la reflexión democrítea atiende preponderantemente a las grandes cuestiones éticas y políticas que ocupaban a esos y otros coetáneos. La del buenánimo (euthymía) es la ética del equilibrio, la mesura y el contento, alejada del heroísmo y radicada en la moderación y el buen humor, rasgo que ha consagrado la posteridad apodando a Demócrito como el filósofo que ríe.
La presente obra insiste en la recuperación de la figura de Demócrito como un singular pensador moral y, aunque en menor medida, político: para ello, se han seleccionado —conforme a la ordenación de Gerd Ibscher— todos los fragmentos de contenido ético y político, sentencias que representan mucho más de dos tercios de su legado gnómico, que aquí se ofrecen comentadas en una nueva traducción al español
-- Carlos García Gual (Palma de Mallorca, 1943), miembro de la Real Academia Española desde 2019 y correspondiente de la de Buenas Letras de Barcelona, ha sido catedrático de Griego en varias universidades, concluyendo en la Complutense de Madrid. Su fecunda trayectoria como autor, editor y crítico literario se aprecia en su larga faceta de helenista, con publicaciones hoy de referencia sobre la ética de Epicuro (1973 y 1981), la filosofía de los cínicos (La secta del perro, 1987) o los mitos grecolatinos (Introducción a la mitología griega, 1992, entre otros títulos); pero también en su interés por la literatura comparada, la historia de la ficción o la narrativa (Apología de la novela histórica y otros ensayos, 2002; Viajes a la Luna: de la fantasía a la ciencia ficción, 2005; Las primeras novelas: desde las griegas y las latinas hasta la Edad Media, 2008). Su extensa labor traductora —Homero y los poetas líricos y los trágicos, Platón, Aristóteles, Epicuro, Diógenes Laercio, Pseudo Calístenes, etcétera— fue reconocida con el Premio Nacional de Traducción (en 1978 y 2002), y merece destacarse su aportación al panorama editorial español de la tradición griega y latina en la dirección de la inolvidable Biblioteca Clásica Gredos.


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9788483676912

Discurso físico sobre la palabra

Editorial: Krk   Fecha de publicación:    Páginas: 286
Formato: Tapa dura, 12 x 16 cm.
Precio: 21,95
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Traducción e introducción: Guillermo Quintás Alonso.

En las obras principales de Descartes y en su correspondencia, el estudio del lenguaje tuvo sus diversos momentos y formas; en unos casos se marcan las limitaciones de algunas conductas y se caracteriza el lenguaje humano como contrapuesto al lenguaje animal, en otros se expone su teoría sobre los signos y se destaca la no conformidad de los signos con los pensamientos que por institución están unidos a ellos o bien se nos advierte de la presencia del juicio donde pensamos que solo disponemos del testimonio sensorial.
Cordemoy asume este análisis y destaca «la gran inclinación» que le lleva a creer que los cuerpos que percibe, semejantes al suyo, poseen un espíritu. Pero, hecho esto, abre una pregunta: ¿qué valor se debe otorgar a esta creencia? La exposición de una teoría de los signos constituirá la vía de acceso a la respuesta y el nervio de este discurso: solo el lenguaje humano, articulado con signos instituidos, pone de relieve el pensamiento, nos garantiza estar ante otro hombre; no debemos aceptar como final y única la caracterización de nuestro ser reduciéndolo a nuestro cuerpo y a pensar que el conjunto de las partes que he sentido que constituyen mi cuerpo (cabeza, manos, pies…) equivale «al todo»; que «soy eso y solo eso». La exigencia planteada por el criterio de verdad que ha de conducir la investigación se expresa y reitera en los siguientes términos: «ya no me parece que exista motivo para dudar».

El éxito que Bayle reconoció a Géraud de Cordemoy (1626-1684) nada tuvo de concesión gratuita. El modelo de explicación de la conducta humana y animal aportado en el Discurso del método logró levantar una verdadera polvareda de debates en la que participó Cordemoy con la obra que ahora publicamos. Acreditado y reconocido cartesiano, su actividad discurrió al margen de las instituciones académicas oficiales y próxima a los círculos y salones que acogían con agrado y sin servidumbres la discusión del pensamiento de Descartes y de las nuevas orientaciones de las ciencias y de la filosofía.
Su profesión de jurista permitió a Cordemoy ocuparse de la filosofía sin estar vinculado a la universidad. Bayle le reconocerá «una conducta bastante fuera de lo común», pues había abandonado al personaje/filósofo para adoptar el del historiador.
Recibió el encargo de educar al delfín, al futuro Luis XIV, puesto desde el que fue promovido a la Academia Francesa en 1673 y a su dirección en 1683. La edición póstuma de su obra hizo gala de estos espacios de su actividad y dio cuenta de su interés por la historia, publicando Observations sur l’Histoire d’Herodote, De la necessité de l’histoire, Ce qu’on doit observer en écrivant l’Histoire, Maximes tirées de l’Histoire.


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978-84-8367-676-9

El sistema del mundo

Editorial: Krk   Fecha de publicación:    Páginas: 320
Formato: Tapa dura, 17 x 12 cm.
Precio: 23,95
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• Isaac Newton: El sistema del mundo.
• Bernard le Bovier de Fontenelle: Elogio de sir Isaac Newton.
• Andrew Motte: Prefacio a la edición inglesa de 1728
• Edición de Eloy Rada García

• La obra: Isaac Newton no dudaba en reescribir sus obras tantas veces como consideraba necesario para exponer sus ideas con la claridad o los matices deseados; conservaba estas versiones previas y todavía hoy recibimos la sorpresa de alguno de estos escritos que sale a la luz.
Algo de esto ocurrió con el libro que tiene en sus manos. Publicado poco después de la muerte del autor, se trata de la redacción original del libro III de Principia Mathematica, en la que efectúa una exposición muy intuitiva y poco técnica de su concepción del sistema de los cielos.
Esta falta de aparato matemático es la que hizo a Newton rechazar su inclusión en la edición final de los Principia y volver a redactarlo de un modo más formal y acorde con el resto de esta obra; pero es también lo que hace esta versión tan apasionante para nosotros, pues encontramos en ella las intuiciones que llevan a Newton a su comprensión del sistema del mundo sin el fárrago matemático que habitualmente las acompaña.

• El autor: Lo que el común entendemos hoy por física o por astronomía es en gran medida lo que a finales del siglo XVII expuso Newton y como él lo explicó. Isaac Newton (1642-1727) nació en una granja situada 150 kilómetros al norte de Londres, donde desde niño destacó por su ingenio y sus dotes manuales. Aunque destinado al oficio de granjero, su desinterés por él, unido a su capacidad para el estudio, le llevaron a la Universidad de Cambridge, donde pronto destacó, ocupó una cátedra y llevó a cabo sus investigaciones.
Gran observador, excepcional matemático, trabajador obsesivo, a lo largo de su vida dedicada a la ciencia (hasta los 50 años, aproximadamente), intentó comprender cómo era y funcionaba el mundo y formular de un modo riguroso (esto es, matemático) el resultado de las investigaciones que llevó a cabo en prácticamente todos los campos del saber, desde los estudios bíblicos a las matemáticas, pasando por la mecánica, óptica, química, astronomía y muchas otras disciplinas.
Nombrado director de la Casa de la Moneda, dedicó los últimos años de su vida, con el mismo tesón y éxito que había dedicado a la ciencia, a reacuñar la moneda británica y a la persecución de falsificadores.


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978-84-8367-641-7

Catecismo del cura Meslier

Editorial: Krk   Fecha de publicación:    Páginas: 110
Formato: Rústica, 16,5 x 11,5 cm.
Precio: 9,94
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Con hábil intuición de propagandista, Maréchal se apropia de la forma paradigmática que secularmente ha empleado el cristianismo para inculcar doctrina, el catecismo, pero con propósito opuesto al tradicional, tomando el pensamiento de Jean Meslier, del que sólo se tuvo noticia de forma póstuma, como base de su alegato crítico divulgativo. El catecismo del cura Meslier, seguido de las Respuestas categóricas a las principales cuestiones del Catecismo de Montpellier, constituye así un ataque sin contemplaciones a los fundamentos de las creencias religiosas que, empleando los propios métodos de la catequética —simplicidad de preguntas y respuestas, dogmatismo, rotundidad en el estilo y en los contenidos, efectismo en las consideraciones—, pretende desarbolar la adhesión fideísta negando la existencia de Dios, denunciando la corrupción clerical y reivindicando la moralidad como distintivo humano independiente de la religiosidad y sus rituales.
Los dos textos que aquí se presentan hacen un repaso demoledor de los principales tópicos y manifestaciones de la religión cristiana: idea misma de Dios, misterio de la trinidad, sacramentos, mandamientos de la ley de Dios y de la Iglesia, oraciones, santos y personajes míticos de la tradición, sometimiento de los creyentes a la institución eclesiástica… En suma, una radical puesta en tela de juicio de la fe y el concepto cristiano de virtud y, con ello, una abierta proclama de la razón, el ateísmo y la moralidad de la gente humilde al margen de todo dogma o justificación teológica.

-- Pierre-Sylvain Maréchal, nacido en París en 1750 y muerto en la cercana localidad de Montrouge en 1803, fue un poeta y, sobre todo, un incansable agitador ideológico en la época que conduciría a la Revolución Francesa, que vivió de forma entusiasta. Junto a sus convicciones igualitaristas en materia social, que le aproximaron al babouvismo y a la fallida Conspiración de los iguales, se distinguió por su defensa incondicional del ateísmo: autoproclamado como el hombre sin dios, dedicó diversas obras a difundir los principios de la perspectiva atea, entre las que destacan Lucrecio francés o poema moral sobre Dios, Diccionario de ateos o Almanaque de personas honradas.
Junto a éstas se halla la curiosa pieza que aquí se presenta: una recuperación de la figura de Jean Meslier, párroco francés cuyo pensamiento radicalmente ateo y anticlerical, materialista y crítico de la explotación social estalló como un explosivo de efecto retardado tras su muerte en 1729.
El Catecismo del cura Meslier es, así, un texto combativo en que Maréchal da cauce, a su propia manera y estilo, a las revolucionarias ideas de aquel oscuro sacerdote de aldea.


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978-84-8367-623-3

Diccionario histórico y crítico. Tomo II: AGAR-ANCRE

Editorial: Krk   Fecha de publicación:    Páginas: 266
Formato: Tapa dura, 33 x 23 cm.
Precio: 50,00
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• Edición coordinada por Juan Á. Canal. Supervisión de Anunciación Sánchez Durán.

Pierre Bayle nació en 1647 en Carla-le-Comte, localidad pirenaica de Francia que actualmente lleva su nombre (Carla-Bayle). De rica y compleja personalidad y enorme erudición, protagonizó en carne propia, en medio de las tensiones y disputas religiosas de su siglo, los vaivenes y alternancias que, singularmente en Francia, se dieron entre el catolicismo y la religión calvinista reformada. Su vida, presidida siempre por dificultades económicas, no sólo pasó por adherirse durante breve tiempo al catolicismo sino que, una vez reincorporado al protestantismo, le obligó a transitar por distintos trabajos y lugares –Toulouse, Ginebra, Rouen, Sedán, París…- hasta recalar en la misma Holanda que, por su libertad y tolerancia, había proporcionado serenidad de espíritu y trabajo a su compatriota Descartes: allí, en la ciudad de Erasmo, vivió desde 1681 hasta su muerte.

El reconocimiento académico nunca le llegó de lleno, pero es lo cierto que Bayle mostró siempre más pasión por el estudio y la escritura, a los que se entregó de forma tan intensa que en varias ocasiones hizo flaquear su salud, que por la enseñanza. De hecho, su etapa docente apenas ocupó veintitrés de los cincuenta y nueve años que vivió, primero como preceptor privado –entre 1670 y 1675- y después como profesor universitario –entre 1675 y 1693-; en este último año, destituido de su cátedra holandesa por iniciativa de sus propios correligionarios calvinistas, se dedicó en cuerpo y alma a la redacción de su Diccionario histórico y crítico, que aparecería por primera vez en 1697, y posteriormente a su revisión y a la defensa del pensamiento publicado en ésa y otras obras suyas.

Aunque la publicación del Diccionario obtuvo un inmediato y notable éxito, Bayle nunca logró zafarse de los recelos y diatribas que su espíritu insobornablemente independiente despertaba y murió en 1706 en Rotterdam, sin renunciar a la firmeza de sus propósitos críticos, en parecida soledad a la que presidió toda su vida.

Índice del tomo
n.º artículo [voz en edición original]
79 Agar [Agar]
80 Agatón (448-400 a. C.) [Agathon]
81 Agesilao I (¿?-886 a. C.) [Agesilaüs I]
82 Agesilao II (444-358 a. C.) [Agesilaüs II]
83 Agesípolis (410-380 a. C.) [Agesipolis]
84 Agis (¿?-401 a. C.) [Agis]
85 Ágreda, María de (1602-1665). [Agreda, Marie d’]
86 Agrícola, Jorge (1494-1555) [Agricola, George]
87 Agrícola, Juan (1492-1566) [Agricola, Jean]
88 Agrícola, Miguel (ca. 1510-1557) [Agricola, Michel]
89 Agrícola, Rodolfo (1442-1485) [Agricola, Rodolphe]
90 Agripa, Enrique Cornelio (1486-1535) [Agrippa, Henri Corneille]
91 Agua, Esteban del (¿?-1533) [Aquaeus, Etienne]
92 Aguirre [Aguirre]
93 Agustín, santo (354-430) [Augustin, saint]
94 Aiguillón [Aiguillon]
95 Ailly, Pedro de (1351-1420) [Ailli, Pierre d’]
96 Aimón [Aimon]
97 Aitzema, León de (1600-1669) [Aitzema, Leon d’]
98 Akakia, Martín (¿?-1551) [Akakia, Martin]
99 Akakia, Martín (1539-1588) [Akakia, Martin]
100 Akakia, Martín (¿?-1605) [Akakia, Martin]
101 Akiba (50-135) [Akiba]
102 Al-Makin, Jorge (1205-1273) [Elmacin, George]
103 Alabaster, Guillermo (1567-1640) [Alabaster, Guillaume]
104 Alalcomenia [Alalcomene]
105 Álamos, Baltasar (1555-1640) [Alamos, Balthasar]
106 Alanos [Alains]
107 Alberto Magno (1193-1280) [Albert le Grand]
108 Albret [Albret]
109 Albucio, Tito (fl. 105 a. C.) [Albutius, Titus]
110 Albucio Silo, Cayo (fl. s. i a. C.) [Albutius Silus, Caïus]
111 Albunea, en Tibur [Albunea]
112 Alcabit (¿?-967) [Alchabitius]
113 Alcázar, Luis (1553-1613) [Alcasar, Louïs de]
114 Alceo de Mitilene (630-580 a. C.) [Alcée]
115 Alceo [Alcée]
116 Alciati, Andrés (1492-1550) [Alciat, André]
117 Alciati, Juan Pablo (1515-1573) [Alciat, Jean Paul]
118 Alciati, Terencio (1570-1651) [Alciat, Térence]
119 Alcinoe [Alcinoë]
120 Alcínoo [Alcinoüs]
121 Alcionio, Pedro (1487-1527) [Alcyonius, Pierre]
122 Alcman (s. vii a. C.) [Alcman]
123 Alcmene [Alcmene]
124 Alcmeón [Alcmeon]
125 Alcmeón [Alcmeon]
126 Alcmeón de Crotona (s. vi a. C.) [Alcmeon]
127 Aldringer (1588-1634) [Aldringer]
128 Aldrovandi, Ulises (1522-1605) [Aldrovandus, Ulysse]
129 Aleandro, Jerónimo (1480-1542) [Aleandre, Jerôme]
130 Aleandro, Jerónimo, el joven (1574-1629) [Aleandre, Jerôme]
131 Alegambe, Felipe (1592-1652) [Alegambe, Philippe]
132 Alejandro Magno, en Macedonia [Alexandre le Grand]
133 Alejandro VII, papa, en Chigi [Alexandre VII, Pape]
134 Alejandro VIII, papa, en Ottoboni [Alexandre VIII, Pape]
135 Alemán, Luis (1390-1450) [Alamandus, Louïs]
136 Alès [Alais]
137 Ales, Alejandro (1500-1565) [Ales, Alexandre]
138 Alexander ab Alexandro (1461-1523) [Alexander ab Alexandro]
139 Alexis el Piamontés (fl. 1563) [Alexis]
140 Alfeno Varo, Publio (fl. 39 a. C.) [Alfenus Varus, Publius]
141 Alfonso [Alfonse]
142 Alipio de Alejandría (s. iv d. C.) [Alypius d’Alexandrie]
143 Alipio de Antioquía (s. iv d. C.) [Alypius d’Antiochie]
144 Alipio, Faltonio Probo (s. iv d. C.) [Alypius, Faltonius Probus]
145 Alipio, obispo de Tagaste (360-430) [Alypius, Evêque de Tagaste]
146 Alkinde, o Alkindus, en Alkindi [Alkinde, o Alkindus]
147 Alkindi (801-873) [Alchindus]
148 Allaci, León (1586-1669) [Allatius, Leon]
149 Almain, Jacobo (1480-1515) [Almain, Jaques]
150 Alpaide (¿?-714) [Alpaïde]
151 Alsted, Juan Enrique (1588-1638) [Alstedius, Jean Henri]
152 Altemps, Marcos (1533-1595) [Altaemps, Marc]
153 Altenstaig, Juan (1480-1524) [Altenstaig, Jean]
154 Althamer, Andrés (1500-1539) [Althamerus, André]
155 Althusen, Juan (1557-1638) [Althusius, Jean]
156 Altieri (s. xvii) [Altiéri]
157 Altilio, Gabriel (1436-1501) [Altilius, Gabriel]
158 Alting, Enrique (1583-1644) [Alting, Henri]
159 Alting, Jacobo (1618-1679) [Alting, Jaques]
160 Amable de Riom (s. v d. C.) [Amable]
161 Amama, Sixtino (1593-1629) [Amama, Sixtinus]
162 Amaseo, Rómulo (1489-1552) [Amaseus, Romulus]
163 Amastris (s. iii a. C.) [Amastris]
164 Amboise, Miguel de (1505-1551) [Amboise, Michel d’]
165 Amboise, Francisco de (1550-1619) [Amboise, François d’]
166 Amboise, Adrián de (1551-1616) [Amboise, Adrien d’]
167 Amboise, Jacobo de (1559-1606) [Amboise, Jaques d’]
168 Ambrosio de Camaldoli, en Camaldoli [Ambroise de Camaldoli]
169 Amelia [Amelia]
170 Amelio (s. iii d. C.) [Amelius]
171 Ames, Guillermo (1576-1633) [Amesius, Guillaume]
172 Amestris, ver Masistes [Amestris]
173 Ammonius, Livinio (1475-1556) [Ammonius, Livinus]
174 Amonio [Ammonius]
175 Amonio Saccas (175-242) [Ammonius]
176 Amonio, Andrés (1478-1517) [Ammonius, André]
177 Amphares (ss. iv-iii a. C.) [Amphares]
178 Amyot, Jacobo (1514-1593) [Amyot, Jaques]
179 Amyraut, Moisés (1596-1664) [Amyraut, Moïse]
180 Amyrutzes (s. v d. C.) [Amyrutzes]
181 Ana [Anne]
182 Anabaptistas [Anabaptistes]
183 Anacreonte (574-485 a. C.) [Anacreon]
184 Anania, Juan Lorenzo (1545-1609) [Anania, Jean Laurent d’]
185 Anaxágoras (500-428 a. C.) [Anaxagoras]
186 Anaxandrides, rey (s. vi a. C.) [Anaxandride]
187 Anaxandrides, poeta (s. iv a. C.) [Anaxandride]
188 Ancillón, David (1617-1692) [Ancillon]
189 Ancre, mariscal, en Concini [Ancre, le Maréchal d’]


ISBN:

978-84-8367-632-5

Áyax

Editorial: Krk   Fecha de publicación:    Páginas: 126
Formato: Rústica, 16,5 x 11,5 cm.
Precio: 9,94
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-- Versión de Jesús Ricardo Martín. Guía de lectura: José Ignacio Merino Martínez.

Con el juicio de Paris se inicia la guerra de Troya y con otro juicio, la contienda de Ulises y Áyax por las armas de Aquiles, se abre su acto final. En la disputa está en juego el honor. Áyax no soporta el veredicto y quiere vengarse de sus jueces. Atenea lo enloquece. Al recobrar la cordura, se suicida. La posteridad interpretó este enfrentamiento como el de la astucia o la inteligencia de Ulises frente a las gestas o la fuerza bruta de Áyax.
Aun admitiendo cierta falta de solidez, nos arriesgamos a aventurar que Áyax puede ser interpretada como una tragedia profundamente comprometida con las acciones políticas de la Atenas contemporánea; que no hace sino denunciar el fracaso de la autarquía (Áyax) y de los abusos absolutistas (Atridas) y, de rebote, el previsible fracaso de la Liga de Delos; en definitiva, es un elogio a la moderación, al respeto por la justicia, la igualdad y las leyes divinas y humanas (Ulises); por la democracia, en defi nitiva. Jesús Ricardo Martín
Es Áyax una tragedia de antítesis, de contraposición de normas éticas, de exaltación de la soledad del héroe, de continuo recuerdo de que todo es incierto y frágil en el hombre, juguete de la ironía del destino, engañado por los propios dioses. J. de Romilly, La tragedia griega.
Y siento pena por él aunque seamos enemigos. Me doy cuenta de que todos nosotros, cuando vivimos, estamos presos por un destino fatal y no somos sino fantasmas vivientes. Ulises, en el «Prólogo» de Áyax.

-- Fue Sófocles (496-406 a. C.) contemporáneo de Esquilo y de Eurípides, también de Aristófanes, pero el floruit de su vida le hace coetáneo de Pericles. Este poeta, que como ningún otro sabía de la trágica miseria de la existencia y de todas las profundidades del sufrimiento humano, siguió el camino de su vida exterior alumbrado por una luz serena y era considerado por sus conciudadanos atenienses como un hombre feliz, paradigma del triunfador, afable en el trato, nada envidioso, respetuoso con sus rivales y respetado por ellos.




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