9788490747193
Los tres mosqueteros
Alejandro Dumas
Editorial: Verbum Fecha de publicación: 24/09/2018 Páginas: 600Formato: 19,5 x 14 cm.
Victoriano Roncero, Ignacio D. Arellano-Torres (eds.)
Lope de Vega debió de escribir el auto La privanza del hombre entre finales de 1601 y principios de 1606, probablemente en 1604-1605, un poco antes de la representación que se llevó a cabo en Sevilla el 9 de junio de 1605. En él se plantea no solo una serie de cuestiones religiosas, sino el asunto —tan actual en la época— de la privanza, sin que falten algunas críticas para el gran privado del momento, el duque de Lerma: «Lope de Vega testimonia una situación de corrupción del sistema de justicia en la España de principios del siglo XVII».
Por su parte, el auto de El nombre de Jesús se presenta sobre todo como «Poesía villanesca de inspiración lírica integrada en la estructura (aparente) de un auto sacramental». El núcleo es el nombre de Jesús, su significado y trascendencia simbólica en la trayectoria de la redención. Se publicó en Fiestas del Santísimo Sacramento, repartidas en doce autos sacramentales… 1644, junto con una loa (probablemente de Lope) y un entremés que no cabe atribuir al Fénix. Todas las piezas de este festejo sacramental se publican en el presente volumen.
A la muerte en 1751 de su padre, maestro rural, el joven David Balfour, aleccionado por el párroco del pueblo, que le entrega una carta del difunto para llevar en mano «al distinguido caballero Ebenezer Balfour de Shaws», emprende un viaje a casa de su tío con la perspectiva de mejorar su condición con una herencia inesperada. Pero su destino resulta ser una lóbrega mansión y el señor Ebenezer «un ser miserable, encorvado y estrecho de hombros, con una cara que parecía de arcilla». Con falsas promesas lo embarca en un bergantín, con la intención de venderle como esclavo. Narrada por su protagonista, con la elegante prosa de Robert Louis Stevenson, Secuestrado (1886) es una novela de padecimiento y recompensa.
• Edición de Jorge López Lloret.
Cada vez se tiene más claro que La riqueza de las naciones fue parte de un proyecto filosófico general que Adam Smith no pudo completar en vida. Esto último ha permitido, durante los dos últimos siglos, la interpretación de esta extraordinaria obra de una manera parcial, ideológica e interesada. Por eso hoy los estudiosos consideran prioritario cambiar esta situación, lo cual, sin duda, influirá adicionalmente en nuestra visión disciplinar de la propia teoría económica.
En este proceso resulta especialmente importante recuperar y profundizar en Consideraciones sobre la formación original de los lenguajes (1761), una obra que la crítica ha minimizado tradicionalmente y a la que Smith, pese a todo, concedió una gran importancia, manteniéndola hasta su muerte como apéndice a La teoría de los sentimientos morales. En Consideraciones estableció las líneas maestras de su metodología histórica, así como la naturaleza construida de todos los fenómenos humanos, incluidos los económicos.
• Adam Smith (Kirkcaldy, Escocia, 1723-Edimburgo, 1790) comenzó a estudiar en 1737 en la Universidad de Glasgow, donde tuvo como profesor a Francis Hutcheson, uno de los padres de la Ilustración escocesa y en 1740 continuó sus estudios en Oxford. Después comenzó una breve carrera como conferenciante en Edimburgo, impartiendo conferencias sobre retórica y jurisprudencia, consideradas el germen de su obra posterior.
El éxito obtenido le abrió el camino como docente a la Universidad de Glasgow, primero como profesor de Lógica y después en la más prestigiosa cátedra de Filosofía Moral, la misma que había ocupado Hutcheson. Continuó hasta 1764, cuando renunció a su condición para acompañar como tutor a Henry Scott en su viaje a Francia. En este periodo Smith definió su pensamiento y publicó su primera gran obra, La teoría de los sentimientos morales, en 1759.
Durante su estancia en Francia, Smith entró en contacto con los ilustrados de aquel país, especialmente con los fisiócratas, que le ayudaron a perfilar una teoría económica, que se plasmaría en 1776 en su publicación más importante, La riqueza de las naciones.
La visión del Juicio (1821), considerada «la mejor obra de lord Byron, con permiso de Don Juan», arranca con la parodia de un poema de Robert Southey donde el poeta narraba, con gran cursilería, el ascenso a los cielos del rey Jorge III. Pero una vez dispuesto el teatrillo paródico a Byron se le dispararon los poderes visionarios de manera que además de calcinar la reputación de Southey examinó la tramoya del poder, de la moral, del arte y de la ambición de su tiempo.
Completa el volumen una selección significativa de su lírica breve, donde recuperamos al Byron más romántico.
Arkadi y Bazárov son dos universitarios rusos recién graduados, que inician sus vacaciones en la hacienda del primero de ellos. Allí les espera su padre y su tío Pável, un militar retirado de costumbres aristocráticas, con quien Bazárov, médico nihilista, chocará irremediablemente. Ambos amigos conocerán a Anna Odíntsova y a su hermana Katia, y ese encuentro tendrá un desenlace inesperado. El autor describe el choque generacional de la Rusia del siglo XIX, con un Bazárov orgulloso y crítico que, en los momentos decisivos, sabrá ser también noble y generoso, y constituye uno de los mejores personajes de la literatura creada por Turguéniev.
Escrita en latín y publicada en Múnich (1565), la obra del alemán Samuel Quiccheberg, consejero artístico de Alberto V, duque de Baviera, es el primer tratado sobre museología de la historia de esta disciplina. Traducida por vez primera al castellano por Eduardo Fernández, la presente edición bilingüe incluye un minucioso análisis —a cargo de la doctora Alicia Vallina— de las circunstancias históricas, políticas y sociales de la Europa renacentista, enmarcada en la labor artística del ducado de Baviera, y en el impulso coleccionista de los duques del Sacro Imperio Romano Germánico, que contribuye al desarrollo de las primeras galerías de objetos preciosos que Quiccheberg ordena y clasifica para facilitar la contemplación, el estudio y la investigación. Una obra imperecedera que ha pervivido a lo largo de más de cuatro siglos y que supone el inicio de los orígenes de la museografía, de los métodos de almacenamiento y conservación de objetos, y que sienta las bases para el desarrollo del coleccionismo moderno. Un compendio de imágenes y objetos que recoge todas las actividades del saber humano y donde se incluyen a partes iguales las artes, la tecnología, la política, la sabiduría y las ciencias.
En un Londres neblinoso y enfangado, un pleito se eterniza en el decadente Tribunal de la Cancillería. La anquilosada maquinaria judicial asiste al paso de generaciones, al suicidio o al enloquecimiento de algunos querellantes, al enmohecimiento de las posesiones y a la ruina material o espiritual de incontables individuos con una impasibilidad que llega a lo cruel. Esther Summerson, Ada Clare y Richard Carstone serán los jóvenes elegidos que, junto a su bienhechor John Jarndyce, habrán de ver el final de tan absurda acción jurídica. Pero antes de alcanzar esta resolución sucederán numerosas y dispares aventuras: de lo cómico a lo trágico pasando por lo melodramático y lo policíaco, un universo de singulares personajes iniciarán y entrecruzarán sus trayectorias, crecerán y, en algunos casos, morirán en el seno de este mundo jerarquizado y monstruoso.
Casa Desolada alterna el humor y la gravedad gracias a un Dickens que logra en estas páginas momentos inolvidables. Los juegos y las trampas de la intriga policial garantizan una enfebrecida lectura repleta de sobresaltos y sorpresas. Como acertadamente subrayó Vladimir Nabokov, en unas páginas entusiásticas, «todo lo que tenéis que hacer al leer 'Casa Desolada' es relajaros y dejar que sea vuestra espina dorsal la que domine».
Obra cumbre de la literatura alemana y europea del siglo XIII, el Cantar de los Nibelungos es una de las grandes creaciones literarias de la Edad Media, considerada patrimonio cultural de la humanidad. El amor, la amistad, la traición, la venganza, son palabras ligadas de forma indisoluble a nuestra especie, y en el Cantar de los Nibelungos brillan con luz propia, sumergiéndonos en un mundo que responde a las expectativas de lo humano con una intensidad y una profundidad extraordinarias. De esta obra surgen otras más conocidas actualmente como "El señor de los anillos", muchos detalles de "Harry Potter", "Juego de tronos" y casi todo el superhéroe Thor de la Marvel.