«Tiempo de ensoñación: Andalucía en el imaginario de Fortuny» es el título de una exposición que satisface la deuda contraída con la obra y la figura de un pintor que convirtió Granada y Sevilla en escenarios de una de las etapas creativas más fecundas y estimulantes de su trayectoria profesional. La muestra y el catálogo  rinden homenaje al vínculo emocional y artístico que unió a Fortuny con el paisaje andaluz.
El volumen recoge las aportaciones realizadas por diferentes especialistas y estudiosos que abordan la dimensión multidisciplinar de un artista y de un tiempo histórico muy sugerente para la historia de la cultura europea. También se analiza el protagonismo que tuvo Fortuny en la configuración de un modelo pictórico: el del alhambrismo orientalista.

50 años de ilustración reúne las mejores ilustraciones publicadas en todo el mundo en el último medio siglo. Analizando el contexto en el que se realizaron dichas obras y lo que ocurría en aquel momento a lo largo del mundo en el ámbito de la cultura popular (música, literatura, cine, teatro, arte y diseño), este libro muestra la naturaleza cambiante de la sociedad y nos descubre la importancia de la ilustración como disciplina fundamental, entendida como el «arte de la gente». Valorando su importancia retrospectiva podemos reconocer la influencia que ha ejercido en nuestras vidas.

El presente volumen incluye veintiséis estudios de otros tantos especialistas que abordan la historia de este movimiento, sus orígenes, continuidades y el rastro de su presencia en nuestra época. Tratando de dar respuesta a sus rastros plurales, los trabajos reunidos aquí abordan expresiones y proyectos surrealistas en el campo de las revistas literarias y artísticas, en literatura, antropología, pintura, arquitectura, cine y fotografía.
De la lectura de estos textos se desprende una conclusión rotunda: el surrealismo dibujó con nitidez y exploró en profundidad los territorios del deseo humano, enriqueciendo el imaginario de esa subjetividad deseante con visiones cuya fuerza aún perdura. Por ello, aunque nunca tendrá lugar, siempre vuelve.