Introducción al urbanismo estudia la ciudad desde una perspectiva evolucionista teniendo siempre presente cómo vivían sus habitantes. Rastrea las causas del origen y cambio de las ciudades, se fija en la situación geográfica, las características físicas y sociales, los cambios históricos y las condiciones ambientales.
Y así el papel de los caminos que llevan al hombre de un lado a otro, las líneas que definen la ciudad (calles rectas, murallas curvas) y los vestigios que se conservan de ellas, el emplazamiento, la distribución de los edificios y su significado son objeto del estudio de Pöete.
Una vez establecido el marco teórico, lo utiliza para estudiar las grandes ciudades de la Antigüedad: las de Egipto, Asiria, Grecia y las ciudades helenísticas y romanas, a partir de las cuales vemos aparecer los rasgos de la ciudad actual.

• Marcel Pöete (Doubs, 1866- París,1950), archivero de profesión, fue nombrado archivero de la Biblioteca Histórica de la Ciudad de París. Desde este puesto se dedicó al estudio de la historia de las ciudades, lo que le llevó a fundar el primer centro francés dedicado al estudio del urbanismo: L’École des Hautes Etudes Urbaines y una cátedra de historia de París, objeto principal de sus estudios.
Su obra pretende.comprender las ciudades sobre todo como lugar donde la vida se desarrolla, como lugar de convivencia y sociabilidad. Esta perspectiva le permitirá establecer una nueva manera de concebir la ciudad del futuro. Poete no es un mero teórico del urbanismo, es un gran divulgador y un revolucionario del urbanismo que aspira a mejorar la vida en las ciudades

• Traducción de Miguel Moro Vallina.

"Nos hacen falta -dijo nuestra Asamblea- grandes Casas del Pueblo, alegres, cómodas, donde no solo existan nuestras dependencias, sino también organismos de entretenimiento y distracciones cultas, que, a la vez, que alegran nuestro vivir, nos apaten del tugurio indecente en que hoy nos embrutecemos, aniquilamos nuestro organismo y contribuimos a hacer más grande y dolorosa nuestra desgracia". Manuel Llaneza, El Socialista, 6 de mayo de 1917.
Durante el primer tercio del siglo XX hubo en Asturias una completa red de Casas del Pueblo que abarcaba casi toda su geografía, llegando a ser uno de los principales focos y referentes de la acción del socialismo a través de su propia existencia material y de las múltiples funciones sindicales, formativas y culturales que se llevaron a cabo entre sus paredes.
Los dos autores, con una amplia experiencia en este campo que pone en relación la arquitectura con la historia y la sociología, se aproximan al estudio de las Casas del Pueblo de Asturias desde un punto de vista integrador y novedoso. A la recuperación rigurosa y sistemática de datos y referencias de todo tipo sobre muchas de ellas, añaden aspectos hasta ahora poco tratados, como el análisis de los estilos formales de los inmuebles, su iconología y el simbolismo decorativo y hasta litúrgico con el que se identificaban las sedes socialistas de entonces; no menos importante resulta su original aportación sobre la incautación y el incierto destino sufrido por este innegable patrimonio cultural tras la caída de la Asturias republicana en 1937 y que es una muestra muy significativa del empeño -infructuoso, por otra parte- de borrar el pasado en la mentalidad colectiva de un pueblo.

Introducción, traducción y notas de Miguel Moro Vallina. Prólogo de Sergio Tomé Fernández.
Entre la prolífica obra escrita de Geddes hay tratados de biología, escritos sobre las más diversas cuestiones y sobre todo, informes urbanísticos, pero Ciudades en evolución constituye acaso el intento más sistemático de expresar su pensamiento urbanístico. Obra marcada por el peculiar estilo geddesiano, en ella se hallarán referencias tan diversas como las perspectivas de su autor: en clave urbanística, la defensa del patrimonio heredado, el análisis del arrabal como forma espacial o la necesidad de proporcionar espacios libres para el disfrute de toda la población; en clave ecológica, la crítica de la civilización paleotécnica, basada en el carbón, y la apuesta por las fuentes de energía renovables y por la eficiencia en el uso de las mismas; en clave histórica, el análisis del urbanismo medieval y sus formas espaciales y arquitectónicas.
Patrick Geddes (1854-1932) fue un polifacético biólogo y urbanista de origen escocés. Figura poco conocida, su influencia en el ámbito del análisis urbano es, sin embargo, fundamental. A él se debe la primera formulación del concepto de "conurbación"y la insistencia en el diagnóstico antes de la planificación. Muchas de sus ideas han entrado en el cuerpo de la ecología urbana a través de su discípulo Lewis Mumford, quien reconocía que Geddes había establecido el armazón principal de su propio pensamiento. La intuición de la profunda relación entre teoría y práctica que debe guiar al urbanismo llevó a este autor a huir de la carrera académica y a orientar su vida y su trabajo a los viajes, las exposiciones urbanas, los informes urbanísticos (en Inglaterra, Escocia, India, Palestina) y decenas de proyectos (viviendas obreras de bajo coste, editoriales, periódicos, museos destinados a ilustrar la evolución de las ciudades) de escaso éxito económico pero profundo significado. Geddes es hoy ya una referencia clásica, inexcusable para comprender la ciudad del presente y planificar la del mañana.

La portada de esta obra dice:
Curiosidades útiles. Arithmética, geométrica y architectónica. O sea la regla de oro arithmética. El buen zelo, tratado geométrico. Y el curioso architecto, o Cartilla de architectura. Su autor, el Lic. don Bartholome Ferrer, cura proprio de la Parroquial de la Villa de Olmeda de la Cuesta, y sus annexos Villarejo del Espartal, y Villa de Fuentes Buenas, en el Obispado de Cuenca. Quien las dedica al Excelentísimo Señor don Juan Manuel Fernández Pacheco, Marques de Villena, y de Moya, Duque de Escalona, &c. Con privilegio. En Madrid: Por Eusebio Fernandez de Huerta, en la Calle de los Jardines. Año de 1719.
Edición facsímil de la de 1719, limitada a 300 ejemplares numerados

Este libro indaga en la vinculación existente entre el arquitecto Mariano Marín Magallón y la Exposición Regional de 1899, precedente en el tiempo de la actual Feria Internacional de Muestras de Asturias, haciendo especial hincapié en el papel que la arquitectura urbana desempeñó a finales del siglo xix y comienzos del xx como reflejo de una ideología muy precisa.

La obra profundiza, además, en diversos aspectos de la actividad de Marín Magallón como profesor de la Escuela de Artes y Oficios, urbanista municipal y arquitecto de la pujante burguesía del Gijón de entresiglos; aspectos que nos informan de una evolución artística que, una vez abandonadas las primeras inquietudes de signo ecléctico, conducirá al autor a su adscripción a los presupuestos del movimiento modernista.

La contribución de Mariano Marín Magallón al nacimiento de un nuevo modelo de ciudad, merece un análisis detallado que se completa, en la parte final del libro, con un inventario de 71 fichas, donde se recoge el conjunto de intervenciones llevadas a cabo por el arquitecto en la ciudad de Gijón.

Este libro, La casa tradicional de San Martín de Ozcos, se enmarca dentro de una línea de investigación en la que el autor trabaja actualmente: la monografía etnográfica. Este tipo de estudios, que se remonta al modelo clásico de los comienzos de la antropología en la segunda mitad del siglo xix, persigue dos objetivos: teórico y práctico.

Por una parte, se trata de estudiar el patrimonio etnográfico de las comunidades rurales, en este caso de Asturias, desde una perspectiva etnohistórica, tomando como hilo conductor la casa, institución multifuncional que aglutina y expresa, a grandes rasgos, la ‹cultura material›, la ‹cultura social y organizacional› y la ‹cultura mental o ideacional› de la comunidad a la que pertenece.

Por otra parte, estas investigaciones pretenden servir de orientación para el diseño y puesta en práctica de proyectos de recuperación del patrimonio etnográfico y, en concreto, de los museos y ecomuseos.