“Tengo una única puerta de acceso al infinito, a la belleza, a la trascendencia. Esa puerta es mi vida, tal como se me presenta –señala la autora–. Tener la puerta abierta significa no dejar ninguna oportunidad de amar y servir, de crecer y aprender. Decir sí a las invitaciones que nos llegan para conocernos a nosotros mismos, para formarnos y actuar al servicio de los otros. Este libro es un canto de gratitud y confianza, y así lo quiero compartir, para dar lo que me dan”.

“En defensa del Amor, dice la autora, es una búsqueda apasionada del sentido de mi vida dentro de la Vida. A través de sus líneas me convierto en defensora de momentos tiernos, gestos de confianza, espacios de paz, gozos infinitos. Y descubro que no es tan difícil vivir, solo hay que ver las cosas de otra manera. Todo sucede dentro de nosotros, desde ahí cambiamos el mundo. Cuando escribo, yo rozo el misterio con mis dedos y con mi corazón, y eso me llena de dicha. Me hace sentir criatura amada, privilegiada y agradecida.”