Armas de seducción masiva «La factoría audiovisual con la que Estado Islámico ha fascinado a la generación millennial»

En el verano de 2014, un vídeo se hizo viral en las redes. En él un encapuchado con nítido acento británico degollaba al periodista estadounidense James Wright Foley, secuestrado dos años antes, en nombre de Estado Islámico. Era la tarjeta de presentación de un nuevo grupo terrorista que amenazaba al mundo no solo con bombas y balas sino también con vídeos elegantemente filmados, revistas bien diseñadas y trabajados hashtags en Twitter. Desde entonces, Dáesh ha producido, editado y difundido más de 1.300 audiovisuales, con estudiadas referencias a videojuegos, series y películas de actualidad, con el propósito de construir un relato propio de sus actos de terror. Su fórmula busca convertir el terrorismo en un producto de comunicación popular y seductor, capaz de canalizar la frustración, el odio y el vacío intelectual y político, incluso el aburrimiento sistemático, de jóvenes de todos los países de todo el mundo.
Dáesh ha cambiado su estrategia para siempre y, de forma definitiva, el modo en que el terrorismo internacional piensa y actúa, y ha obligado a los Estados y a las instituciones modernas a rediseñar sus políticas de lucha antiterrorista y de comunicación pública e institucional. Con resultados aún imprevisibles.