La crisis del positivismo ha generado una pluralidad de perspectivas epistemológicas que pugnan por abrirse camino, entre las que destaca la hermenéutica fi losófi ca. El enfoque hermenéutico encuentra en la ciencia del derecho un modelo sobre el que refl exionar, ya que en ella se articulan los tres momentos esenciales: la interpretación, la comprensión y la aplicación. El libro consta de nueve estudios divididos en dos partes: en la primera, el autor resume sus tesis básicas de fi losofía del derecho; en la segunda debate algunos puntos de interés con representantes destacados de la hermenéutica: Paul Ricoeur, Emilio Betti, Josef Esser y Ronald Dworkin. Este conjunto de ensayos es de interés para todos aquellos que estudian o investigan en el campo de las ciencias sociales y de la fi losofía, y muy en especial para los juristas.

PRINCIPIOS GENERALES1. La normativa sobre las sucesiones2. La apertura de la sucesión y la delación3. El concepto de herencia4. El principio de patrimonialidad de las sucesiones y sus excepciones 5. La sucesión en el proceso6. Adquisiciones que se produce

Completa exposición de la técnica de realización de lámparas Tiffany, desde los modelos más simples a los más elaborados. Con consejos expertos para la elección y utilización de los materiales en las distintas fases de ejecución, ilustradas paso a paso con espléndidas imágenes en color.

1ª edición.

Manual que propone modelos con los que cualquier objeto o superficie de vidrio puede transformarse pintándolo y decorándolo. También ofrece ideas para crear originales objetos como bandejas, posavasos, marcos, etc.

Es conocido que en Derecho hay asignaturas importantes, muy importantes y Derecho de obligaciones, y es justo esta materia la que se expone en la presente obra.
Escrita por uno de los más conocidos civilistas europeos, tiene la virtud de una exposición clara, concisa y precisa. No se trata de ningún tratado, ni incluso manual o curso al uso, sino de una exposición, en sus rasgos esenciales, razonada y coherente de un Derecho positivo, como es el italiano, que justo en esta materia, y por la fecha de su aprobación, sabe unificar lo mejor de las elaboraciones francesa y germánica, pudiendo servir, mejor que muchas construcciones “originales” sin asiento en las distintas tradiciones nacionales continentales, para lo que puede ser un posible futuro Derecho europeo de obligaciones.

Enc. en rústica con papel de aguas. 27x18. XXXII+132 pp.+2 hh. Ex Typographio Salomoniano. Romae, 1791.
El febronianismo fue una doctrina y un poderoso movimiento cristiano establecido por el canónigo alemán de la ciudad de Tréveris, Johann Nikolaus von Hontheim, quien usaba el pseudónimo Justino Febronio, en el siglo XVIII, que pretendía disminuir la autoridad y los derechos del Papa y aumentar los de los obispos, con el argumento de que la institución que había hecho Jesucristo de la Iglesia no era monárquica.Febronio perseguía así la reunificación del catolicismo con el resto de las ramas del cristianismo y una nacionalización de las iglesias, por lo que su escuela puede ser considerada un equivalente del galicanismo francés. Fue condenado como cismático por la Iglesia Católica.La piedra que echó a rodar la controversia fue su obra Justini Febronii Juris consulti de Stata Ecclesiæ et legitimâ potestate Romani Pontificis Liber singularis ad reuniendos dissidentes in religione christianos compositus (Bullioni apud Guillelmum Evrardi, 1763), condenada de inmediato por Roma el 5 de febrero de 1764. Luego, en un documento del 21 de mayo, el papa Clemente XIII ordenó su supresión a todos los obispos de Alemania.Según Febronio, es necesario volver a la Iglesia de los orígenes y devolver a los obispos su poder legítimo. El principal obstáculo no es el propio Papa, sino la Curia Romana, que debe luchar a toda costa con todos los medios legítimos y adecuados, incluidos los Sínodos Episcopales nacionales o provinciales. Si el Papa no acepta este nuevo estado de cosas, corresponde a los príncipes y especialmente al emperador, en cooperación con los obispos, obligarlo a aceptar, hasta rechazarle la obediencia debida en los campos donde el Papa usurpó la jurisdicción de los obispos.