www.paquebote.com > Piotr Kropotkin
El autor (1842-1921) es reconocido como uno de los teóricos del anarquismo. Descendiente de una familia aristocrática rusa, renunció a sus privilegios y dedicó su vida a la investigación científica y a la emancipación del género humano. Afiliado a la Asociación Internacional de los Trabajadores, conoció la cárcel y el exilio. Prolífico escritor y ameno conferenciante, su obra viene a demostrar que el anarquismo está en perfecta consonancia con el método científico. Entre sus textos encontramos estudios de geografía, sociología, crítica literaria, historia, criminología, economía, antropología, filosofía y ciencias naturales.
Al final de su vida volvió a Rusia, donde tuvo serias discrepancias con el Gobierno bolchevique. Su entierro constituyó la última manifestación permitida del anarquismo en la Unión Soviética.
Ética. Origen y evolución de la moral es su libro póstumo, en el que sienta las bases de la moral emancipada de la religión, para crear una moral social, una ética de la solidaridad, en la convicción de que sin igualdad no hay justicia y sin justicia no hay moral.
La literatura rusa «Los ideales y la realidad» nació fruto de la compilación de una serie de conferencias sobre la Edad de Oro (el siglo XIX) de la literatura rusa, pronunciadas por el gran pensador Piotr Kropotkin en el Instituto Lowell de Boston, en 1901, y publicadas en 1905. A pesar de tener más de un siglo, este libro se ha mantenido inédito en España hasta hoy, rescatado por la editorial La Linterna Sorda. A la edición original se le ha incorporado una revisión de la traducción, unos esclarecedores textos introductorios y una carta inédita de Kropotkin, así como un material gráfico con imágenes y pinturas de los mejores artistas rusos de su época.
Por las páginas de esta joya literaria de Kropotkin –considerado en su tiempo como uno de los máximos especialistas, entre otras diversas materias, sobre la cultura popular y la literatura de su amada tierra rusa– desfilan –a través de un magnífico estudio en que se alían la historia, la biografía y la crítica literaria– la vida y las obras de las grandes figuras de las letras rusas: Pushkin y Gógol, creadores de la literatura moderna, Lérmontov, Turguénev, Tolstói, Dostoievski, Goncharov, Nekrásov, Bakunin, Korolenko, Herzen, la triste ironía de Chéjov, la airada rebelión de Gorki, la importancia de las primeras novelistas del pueblo: Khvoshchinskaia y Marko Vovchók, el satírico Shchedrin, los grandes críticos: Chernishevski, Belinski, Dobroliúbóv y Pisarev...
Las 384 páginas del libro se leen con la misma facilidad e idéntico deleite que pueda brindar una novela. Su explicación reside en que la vida de cada uno de los escritores aquí relatada, encierra, por sí sola, una emocionante experiencia vital y humana."
• Edición e introducción: Ana Muiña.
Kropotkin, más que un activista, fue un teórico profundamente influenciado por la herencia de Bakunin. Su legado ideológico tiene dos vertientes principales: por una parte está el establecimiento de las directrices económicas concretas de la revolución anarquista y, por otra, la actitud práctica y ética que se debe adoptar, tanto antes como durante la propia revolución, ante los asalariados y el conjunto de los ciudadanos. Su esfuerzo se concentró en establecer la relación lógica profunda entre la filosofía moderna, las ciencias naturales y el anarquismo mediante el estudio de las tendencias que se manifiestan en la sociedad y su posible evolución. Esta base científica le permite proponer una ética anarquista. Kropotkin entiende el anarquismo como la única forma de comunismo acorde con las sociedades desarrolladas, describiendo cómo puede organizarse una gran ciudad, de acuerdo a los postulados de esta teoría, dentro de un proceso revolucionario. Sus aportaciones se centran en la crítica al capitalismo, los principios del anarcocomunismo, la fidelidad al sindicalismo de acción directa y la moral anarquista.
Siendo conocida la aportación de Piotr Kropotkin al debate postdarwiniano sobre evolución y ética, su contribución no menos importante a otro de los grandes temas de discusión científica del periodo que va desde 1880 hasta la llamada “Síntesis Darwinista” ha sido tristemente olvidada. Se trata de los artículos que publicó en 1910 en la prestigiosa revista británica “The Nineteenth Century and After”, que tienen como tema central la conexión entre selección natural, evolución y teorías de la herencia. En una coyuntura histórica en que se hablaba abiertamente del “eclipse” del darwinismo, los artículos “olvidados” de Kropotkin constituyen una fuente imprescindible para entender la compleja madeja de programas e intereses científicos, filosóficos y políticos que se movían en el momento mismo en que empezaba a emerger una nueva disciplina: la genética.
Piotr Kropotkin (1842-1921) es conocido por ser uno de los más importantes —y respetados— teóricos del anarquismo. Reputado geógrafo, su actividad intelectual abarcó intereses tan diversos como la crítica literaria, la agronomía o la historia, aunque es sobre todo conocido por su libro "El apoyo mutuo. Un factor de la evolución", por sus "panfletos" -que alcanzaron en un tiempo una colosal difusión internacional- y por su auobiografía "Memorias de un revolucionario". Siendo conocida su aportación clave al debate postdarwiniano sobre evolución y ética, su contribución no menos importante a otro de los grandes temas de discusión científica del periodo que va desde 1880 hasta la llamada Síntesis Darwinista ha sido tristemente olvidada. Se trata de los artículos que publicó en 1910 en la prestigiosa revista británica "The Nineteenth Century and After", que tienen como tema central la conexión entre selección natural, evolución y teorías de la herencia. En una coyuntura histórica en que se hablaba abiertamente del eclipse del darwinismo, los artículos olvidados de Kropotkin constituyen una fuente imprescindible para entender la compleja madeja de programas e intereses científicos, filosóficos y políticos que se movían en el momento mismo en que empezaba a emerger una nueva disciplina: la genética. Esos artículos, que la editoriala Los Libros de la Catarata presenta traducidos al lector por primera vez en castellano, constituyen, además, un verdadero eslabón perdido sin el que la obra evolucionista del príncipe anarquista difícilmente puede ser comprendida cabalmente.
Introducción histórica de Álvaro Girón; traducción de Susana Pinar.
Kropotkin, más que un activista, fue un teórico profundamente influenciado por la herencia de Bakunin. Su legado ideológico tiene dos vertientes principales: por una parte está el establecimiento de las directrices económicas concretas de la revolución anarquista, y por otra, la actitud práctica y ética que se debe adoptar, tanto antes como durante la propia revolución, ante los asalariados y el conjunto de los ciudadanos.
Su esfuerzo se concentró en establecer la relación lógica profunda entre la filosofía moderna, las ciencias naturales y el anarquismo mediante el estudio de las tendencias que se manifiestan en la sociedad y su posible evolución. Esta base científica le permite proponer una ética anarquista.
Kropotkin entiende el anarquismo como la única forma de comunismo acorde con las sociedades desarrolladas, describiendo cómo puede organizarse una gran ciudad, de acuerdo a los postulados de esta teoría, dentro de un proceso revolucionario. Sus aportaciones se centran en la crítica al capitalismo, los principios del anarcocomunismo, la fidelidad al sindicalismo de acción directa y la moral anarquista.
Piotr Alekseevich, príncipe Kropotkin, nació en Moscú en 1842 en el seno de una familia de la alta aristocracia rusa. Formado como cadete del zar, opta por abandonar la carrera militar y viaja a Siberia para ejercer como geógrafo. En 1872 se traslada a Suiza, donde colabora con la I Internacional en un principio como marxista pero, poco después, como seguidor de Bakunin. Cuando regresa a Rusia, es detenido y encarcelado. De nuevo en el exilio, funda en 1878 el periódico La Revolté, dedicado a difundir las teorías del anarcocomunismo. Regresó a Rusia tras la revolución de 1917, e intentó colaborar con el nuevo régimen sin abandonar su ideario anarquista y sin aceptar cargo alguno. Murió en Dimitrov el 8 de febrero de 1921.
Entre sus obras de inspiración anarquista destacan: "Palabras de un rebelde" (1885), "La conquista del pan" (1892), su autobiografía "Memorias de un revolucionario" (1899), "El apoyo mutuo" (1904) y "Campos, fábricas y talleres" (1910).