9788490329382
La vida cuando era nuestra
MARIAN IZAGUIRRE
Editorial: Debols!llo Fecha de publicación: 15/05/2014 Páginas: 416Formato: Rústica
«Añoro la vida cuando era nuestra», comenta Lola mientras trastea en la cocina. Esa vida, que era tan suya y tan llena de ilusión, antes estaba hecha de libros y de charlas de café, de siestas lánguidas y de proyectos para construir un país, España, que aprendía las reglas de la democracia. Pero llegó un día de 1936 en que vivir se convirtió en puro resistir. Quince años después, solo le queda una pequeña librería de viejo medio escondida en un barrio de Madrid.
Es aquí donde una tarde de 1951 Lola conocerá a Alice, una mujer que ha encontrado en los libros su razón de vivir. Siguiendo la mirada de Lola y Alice, viajaremos hasta la Inglaterra de principios del siglo xx para conocer a una niña que creció preguntándose quiénes eran sus padres.
La vida cuando era nuestra es un homenaje a la lectura, pero es sobre todo la historia de dos mujeres, una que poco sabe de la vida y otra que quizá sabe demasiado. Entre estas miradas cómplices anda el talento de Marian Izaguirre.
« La vida cuando era nuestra recuerda a una Europa [...] que antes fue algo más que un mercado, todo un símbolo para la cultura, el libro y el humanismo, a pesar de las crueldades de sus guerras.»
ABC
«Una reivindicación de la cultura y la lucha individual que se desarrolla en la primera mitad del siglo xx en Londres, París, Madrid o Italia, mientras las grandes guerras y la civil española van asolando todo a su paso.»
ABC
«Una declaración de amor al libro y la lectura y la cultura europea a través de unos personajes "que profesan la religión del libro".»
ABC
«Una celebración del poder de la amistad, la complicidad femenina y la literatura en tiempos convulsos.»
Juanjo Abad, El País, Cultura
«No es solo la confirmación de una brillante voz con una sólida y premiada carrera, sino también la confesión de una gran bibliófila y lectora impenitente.»
La Vanguardia
«Un elogio apasionado del libro como objeto precioso y también un homenaje a la capacidad redentora de la lectura.»
La Vanguardia