9788413374192
Cartas a Perón «(Retratos de una confrontación subterránea)»
Ignacio Díaz
Editorial: Verbum Fecha de publicación: 14/12/2020 Páginas: 320Formato: 19,5 x 14 cm.
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En el principio fue la Enciclopedia. El mundo era caos y confusión. Reinaba en todas partes la oscuridad. Diderot y d?Alembert dijeron entonces «Haya luz», y las Luces surgieron, separándose de las tinieblas. «Hagamos la Enciclopedia» ?dijeron después?. La Enciclopedia entonces nació.
Diseñada como una auténtia maquinaria de guerra, la Enciclopedia tuvo la esperanza de ilustrar a mujeres y hombres, liberándolos de sus ilusiones vanas, de sus supersticiones, de sus ideas preconcebidas, y permitirles tener acceso al conocimiento racional, siendo éste lo único que les proporcionaría una comprensión lúcida del mundo.
Y en tanto que maquinaria de guerra contra el Antiguo Régimen, empleó un conjunto de estrategias epistemológicas, las cuales fueron, en realidad, estrategias de combate político. No resulta exagerado afirmar que, aún para nosotros, la Enciclopedia es toda ella una estrategia política, la más extraordinaria de la Modernidad, por su carácter crítico y su caráctter colectivo.
Con esta selección de 128 artículo, Ignacio Díaz de la Serna ofrece un repertorio emblemático de los juicios que la Enciclopedia contiene sobre América del Norte, a la vez que revela la importancia que la figura del salvaje americano tuvo en el imaginario social europeo durante el Siglo de las Luces.
El denominado pseudousufructo testamentario consiste en una institución testamentaria en usufructo vitalicio, en la cual se silencia la atribución de la nuda propiedad respecto a los bienes usufructuados, pese a designarse las personas a quienes corresponderán en pleno dominio dichos bienes una vez extinguido el usufructo, siempre y cuando vivan en el momento del fallecimiento del usufructuario, ya que sólo en ese momento quedarán determinadas. Los testadores mediante esta cláusula buscan favorecer a una persona durante su vida por razón de las especiales circunstancias que ésta tenía con el testador (amistad, afecto, agradecimiento...), procurando que a la muerte del beneficiario los bienes pasen a personas con las que el testador estaba unido por vínculos de tipo familiar. El pseudousufructo puede consistir, según la intención del disponente, en una institución condicional o en una sustitución fideicomisaria condicional, lo que supone consecuencias jurídicas totalmente diversas en uno y otro caso. Una prueba es, en el primer caso, que si al extinguirse el usufructo por muerte del usufructuario no existen nudos propietarios o existiendo no quieren o no pueden heredar, la herencia pasará a los herederos intestados del testador; mientras en el segundo caso, al producirse la delación fideicomisaria, por muerte del pseudousufructuario-fiduciario, si los fideicomisarios, que se determinan en ese momento por el carácter condicional de la sustitución, no quieren o no pueden heredar, entonces el fideicomiso se extingue y la herencia pasa no a los herederos del testador, sino a los del heredero fiduciario o pseudousufructuario.
El museo, como entidad singular que es, se articula como un espejo multiforme, y los museos, el conjunto de museos, como un calidoscopio (de la memoria) irrepetible donde se reflejan nuestros anhelos, nuestros sueños, nuestros abismos. Un crisol donde se materializan unas contingencias reseñables y otras no muy edificantes, en una dinámica en la que la paradoja, la apariencia —que no siempre concuerda con la realidad— y el artificio juegan un destacado papel.
El presente trabajo se centra en cuatro componentes básicos de cualquier operación museística —espacio, objeto, sujeto y relación entre objeto y sujeto—, entendiéndolos como eslabones de una articulación mucho más compleja. Repasarlos obliga en ocasiones a utilizar un lenguaje irónico, pero ese tono no responde a un posicionamiento de sesgo negativo o pesimista por parte del autor, sino que es la consecuencia de constatar que en el mundo de los museos, junto a evidentes logros y avances, hay también muchos despropósitos. Por ello, conviene rascar un poco en sus glorias, y más en sus miserias, y hacerlo desde un punto de vista desapasionado y desprovisto de falsos voluntarismos; de lo contrario, sería fácil caer en una falsa autocomplacencia, cuando no en un error de bulto
Premio de novela ´Casino de Mieres´ 2003 Literatura col.Valkenburg
Un hombre solo contempla a una mujer y a su hijo en una playa. La belleza de ese cuerpo le perseguirá como un recuerdo. Quizás lo sea. Ignacio Díaz retrata en Química del odio la soledad de un hombre y describe una atmósfera de obsesión y culpa que envuelve al lector. En esta novela, un profesor universitario mantiene diversas relaciones con distintas mujeres. Curiosamente, es su posición de poder lo que más determina estas relaciones: a veces para impedir que vayan a más. A veces para convertir el abandono tras el sexo en un remordimiento, en un recuerdo que espera en una playa...
Ignacio Díaz nació en Badajoz en 1961 y reside en Valencia desde su infancia. Es licenciado en Física y en Filosofía, máster en Astronomía y Astrofísica y doctor en Historia de la Ciencia por la Universidad de Valencia. Ha ejercido como profesor de instituto y ha sido cooperante en proyectos educativos con diferentes institutos de educación secundaria en zonas deprimidas de Nicaragua. De esta experiencia surgió la idea matriz de Química del odio. Ha publicado las siguientes novelas: La Mecánica Celeste (2001), Una confesión (2002), La mujer del número áureo (2003) y Transeünts (2011).