A Juan le gusta gritar "¡Que viene el lobo!" para asustar a los adultos y salirse con la suya. Pero cuando el lobo venga de verdad, ¿quién se lo va a creer?

La Pequeña Princesa se pasa el día jugando en el inmenso castillo, muy viejo y lleno de ecos. Su libro de actividades tiene un montón de enigmas, dibujos para colorear y juegos, ¡incluso un tablero para jugar con piezas recortables y una ruleta!
Prepara pasteles en la cocina con el Chef, juega al escondite en el salón real y a la pulga con el rey en su despacho. Por el camino encontrarás sopas de letras, enredos, pruebas ¡y divertidas láminas para colorear!

Es un precioso día de invierno y la Pequeña Princesa ha encontrado su viejo trineo. Está divirtiéndose de lo lindo hasta que ve pasar al Chef deslizándose veloz en su nuevísimo y brillante trineo. ¡Ella quiere uno igual! Pero lo nuevo no siempre es lo mejor...

A la Pequeña Princesa no le gusta nada que la peinen. Cuando la Reina accede a nombrarla encargada de peinar, se ocupa de que todos los habitantes del castillo luzcan hermosos peinados, pero se deja a ella para el final... ¡lo que tendrá desastrosas consecuencias!

La llegada de una caja de música al castillo deja extasiada a la Pequeña Princesa. ¡Ella también quiere aprender a tocar un instrumento! Construye una trompeta con un embudo y empieza a ensayar por todo el castillo. Es una pena que no todo el mundo sepa apreciar su música...

La Pequeña Princesa ha decidido que no le gusta la ensalada, especialmente los tomates. Pero cuando le regalan unas semillas y ve nacer los primeros brotes de su tomatera, ¡enseguida cambia de opinión!