978-84-1339-125-0
Nostalgia de futuro «Transhumanismo y desafíos a la naturaleza humana»
ROBERTO ESTEBAN DUQUE
Editorial: Encuentro Fecha de publicación: 10/10/2022 Páginas: 246Formato: Rústica
www.paquebote.com > Roberto Esteban Duque
¿Nuestra meta apropiada es una actividad conforme a la completa excelencia humana más alguna forma de trascendencia o, por el contrario, para perseguir adecuadamente el bien humano en su totalidad debemos dejar de lado nuestro deseo de trascendencia? Mientras que para Nussbaum conviene una trascendencia humana e interna, para Taylor, “el punto de vista inclusivo” de una vida buena exige la eudaimonía aristotélica más la aspiración a la trascendencia.
Roberto Esteban Duque aprovecha este diálogo para presentar, desde el paradigma de Trascendencia encarnada, una visión integradora: es imposible negar, sin alterar la naturaleza humana, la aspiración a la trascendencia. Para el sacerdote, la filósofa estadounidense Martha Nussbaum pretende que la felicidad humana quede confiscada por el acceso de lo temporal y humano, un planteamiento secularista que repliega al hombre sobre su voluntad, cerrando así el paso a una referencia fundacional de la acción humana. Por su parte, la paradoja del pensador canadiense Charles Taylor es elocuente: ¿cómo alcanzar la vida plena que reprocha a Nussbaum no conseguir en la apertura a la trascendencia cuando al mismo tiempo se suprime la virtud para poder alcanzarla?
El hombre dispone de un poder inmenso, pero ese poder comporta un riesgo inmenso, en cuanto está en juego el destino de la humanidad. Hoy nuestras vidas están amenazadas, no sólo por lo que las amenaza, sino también por lo que las protege: la ciencia y la medicina. Vivimos un tiempo en el que las ciencias de la vida, en el modo en que tienden a plantearse, pueden convertirse en ciencias erosionantes de valores humanos importantes como la vida, la conciencia de la dignidad humana y la identidad de la persona. El problema se encuentra localizado en la ideología. No en la ciencia misma, sino en el hecho de que se transmite con adherencias ideológicas. La ideologización de las ciencias biológicas significa una gran degradación de los valores humanos.
El objetivo específico de “Ética Biomédica” consistirá en conocer las bases científico-experimentales como paso previo a la reflexión moral de las principales temáticas relacionadas con el área de la Biomedicina, así como desarrollar las bases filosóficas necesarias para elaborar un juicio de valor propio y riguroso en torno a cuestiones bioéticas.
¿Es legítimo separar la religión de «lo público», como si su locus específico se encontrase en las prácticas de culto, más allá del cual no existiría «religión»? ¿O se deberá reconocer, trascendiendo cualquier subordinación a la disciplina del Estado, que ningún aspecto de la vida escapa del factor religioso por ser algo constitutivo de la naturaleza humana? El autor del presente ensayo, Roberto Esteban Duque, analiza estos interrogantes, primero a través de un estimulante recorrido histórico, constatando la separación del poder de toda amarra trascendente, consecuencia de un largo proceso de secularización, para exponer después el pensamiento de Alexis de Tocqueville, que destacará la productiva utilidad de la religión, y de Jürgen Habermas, para quien «en un mundo postsecular no podemos actuar tan fácilmente como si Dios no existiera».
Las virtudes pueden ser una ayuda, pero también un obstáculo, un límite, un estorbo. En ese caso, no pocos optan por considerarlas algo ornamental. El juicio de prudencia se reduce entonces a la simple toma de decisiones, sin mapas ni códigos. Frente a esa opinión, el autor defiende la primacía de la persona y el respeto de su dignidad e integridad, como límite infranqueable de cualquier actividad biotecnocientífica. La bioética que propone no suprime las normas y llega aún más lejos, al no perder de vista el elemento esencial de la ética: la felicidad, el bien.
¿Es la muerte la auténtica limitación de toda aspiración humana a la felicidad o, por el contrario, enseñándonos a descubrir lo esencial de la vida nos muestra aquello que no puede perecer, el amor como verdadero sentido, capaz de destruir la misma muerte? En diálogo constante con los grandes pensadores y literatos, especialmente contemporáneos, Roberto Esteban Duque guía al lector en la búsqueda de respuestas a esta pregunta, que constituye el misterio último de la existencia humana. Sin despreciar la crítica, abierta y a menudo mordaz, hacia la cultura de la muerte, la banalización de la vida y la distracción ante el enigma del destino que deshumanizan nuestro tiempo, el autor nos propone un recorrido que culmina en la propuesta cristiana. En efecto, el Evangelio proclama la gloria de las flaquezas y la generosidad de un amor gratuito, incondicionado, vinculante, del que «ni la muerte ni la vida, ni criatura alguna podrá separarnos». En ese amor, que es un amor crucificado, está la vida, la muerte de la muerte.