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FUNDAMENTOS DE LINGÜISTICA
RAFFAELE SIMONE
Editorial: Ariel Fecha de publicación: 02/01/2003COLECCION ARIEL LINGUISTICA
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COLECCION ARIEL LINGUISTICA
PENSAMIENTO
¿Debe la democracia ser remplazada por otra cosa?
Raffaele Simone examina el paradigma político de lo democrático, que describe como un sistema complejo, valiente e ingenioso en el que una serie de propósitos irrealizables pero cargados de una especie de magia dan lugar a un delicado equilibrio. Estas ficciones, numerosas y entrelazadas, conforman un marco conceptual de complejidad impresionante que se mantiene en pie por obra de un hechizo.
Simone analiza los distintos componentes de la democracia y demuestra la fragilidad de un sistema basado en metas inalcanzables pero necesarias, que compara con un mikado en el que la menor sacudida puede deshacerlo todo. Simone defiende la existencia de esas metas, sin las cuales, entre otros muchos peligros, caeríamos en la apatía, la desconfianza, la caída de la inversión y el ausentismo electoral.
¿El concepto de izquierda sigue teniendo sentido hoy día? Desde hace tiempo en Occidente este conjunto de convicciones parece estar empañado y en declive. Casi ninguna de sus grandes metas históricas ha logrado realizarse y resulta difícil creer que alguna idea de izquierda vaya a conseguir modelar el futuro próximo. Europa, y en cierto sentido el mundo, tiende a la derecha.
Todos los esfuerzos de la izquierda para adaptarse a los nuevos tiempos han sido insuficientes. La derecha, en su forma globalizada y mediática, ha sido la verdadera sorpresa del panorama político-cultural de principios del siglo XXI: promete felicidad y bienestar para todos. Está muy al día en cuanto a imagen y técnicas de propaganda, quiere parecer moderna y vital. Es el Monstruo Amable, el rostro sonriente de este nuevo despotismo que degradará a los hombres «sin atormentarlos».
La consolidación de este modelo ha impuesto la noción de que las distinciones ideológicas ya están superadas, ha descabalado los principios de la izquierda y ha alejado a una gran masa de sus simpatizantes naturales. La izquierda ya no encaja con el mundo en que vivimos hoy. Se ha visto obligada a aligerar drásticamente sus aspiraciones y sus ideales han ido haciéndose cada vez más genéricos y conciliadores. A sus partidarios les toca ahora una tarea descomunal: buscar nuevos contenidos a la altura de los tiempos capaces de llenar de formas modernas el envoltorio ya casi vacío en el que todavía se lee «izquierda».