Experimentar el ser que nos habita

Ez egin kili-kilirik! Ez belaunetan, ez sabelean, ez kokotsean. kartoizko liburuxka, zure umeekin jolasteko. Barre asko eta musu bat edo beste eraginez.

Letra txikia etxeko txiki handientzako bilduma da. Erritmoz, hitzez, irudiz eta mimo handiz blai dator. Jolastu nahi adina! Nire eskuak, nire oinak, nire besoak, nire ipurdia... Nire gorputza eta nortasuna ezagutzen hasteko liburu ederra.

Mis manos, mis pies, mis brazos, mis piernas… ¿qué puedo hacer con ellas? Este es un libro para empezar a conocer y reconocer mi propio cuerpo y mi identidad.

Vamos a jugar al escondite, al pilla-pilla y a la rayuela… ¡pero no me hagas cosquillas ni en las rodillas, ni en la barriga… ¡ni en la barbilla! Un pequeño libro para jugar con tus pequeños despertando muchas risas y algún que otro beso

Mukhizu ez zen momia entzutetsua, baina, hala era, bazuen zoriontsu izateko eskubidea. Horregatik, bakean uzten ez ziotela ikusirik, irtenbide bila hasi zen. Eta aurkitu zuen, bai, alajaina!

Thomas Merton encontró en la fotografía otra forma de explorar y expresar su relación con el mundo y con Dios. Cuando descubrió el uso de la cámara como instrumento contemplativo, creó imágenes que iluminan y enriquecen la comprensión de su prosa y su poesía. Cada imagen está contextualizada y acompañada de breves citas, extraídas y representativas de su extraordinaria producción literaria.

Esta obra es una propuesta para aquellas personas que sienten la curiosidad peregrina y desean atreverse a iniciar una nueva y desafiante aventura por el noreste de España. Recoge la vivencia de Íñigo de Loyola, cuando en 1522 recorrió estos caminos, abiertos hoy para los amantes de la naturaleza, la gastronomía, la cultura y la religiosidad, atravesando los más de 50 pueblos y ciudades del Camino Ignaciano.

Mokhete era una momia poco importante en el museo. Pero también tenía derecho a ser feliz. Por eso, cuando los visitantes y vigilantes empezaron a molestar entrando y saliendo del cuarto de baño, tuvo que buscar una solución drástica… ¡Y la encontró, vaya que si la encontró!