www.paquebote.com > JOSE ROMAN FLECHA
Los Salmos no han perdido actualidad a lo largo de los siglos. Nos presentan el drama permanente de la humanidad: la impostura y la opresión, la arrogancia de los poderosos y el dolor de los perseguidos, la angustia de los pobres y los enfermos, y la alegría de los fieles que cantan al Señor. Los Salmos son la canción multiforme de la vida. A estos antiguos testimonios de la oración de Israel nos acercamos ahora nosotros con veneración, intentando identificarnos con el espíritu que encierran, y releyéndolos a la luz del misterio de Jesús, nuestro Señor y Redentor.
Por medio de nuestros sentidos nos asomamos al escenario en que vivimos. De ellos depende la idea que nos hacemos de la creación, de los demás y de nosotros mismos. Los sentidos son las herramientas del lenguaje. Hacen posible la oferta y el encuentro, la percepción del sentido y la elección, de la celebración y la gracia. Se dice que por esas ventanas la persona se asoma a lo peor de este mundo. Por ellas pueden entrar todas las tentaciones. Pero la fe nos ayuda a ver los sentidos como las celosías a través de las cuales vislumbramos la presencia de Dios en el mundo. Las reflexiones contenidas en este libro quizá puedan servir como base para una catequesis sobre los sentidos. Con esa intención han nacido
En los diálogos de Jesús con las personas que encuentra en su camino son muy llamativas las preguntas que les dirige. En ellas se revela su identidad de Jesús y su intimidad. Pero también las intenciones y actitudes de sus interlocutores. En este libro se presentan las reflexiones sobre las preguntas de Jesús que se recogen en el evangelio según Juan.
Con el título de “El Camino” se pretende evocar tanto el carácter del discipulado como el tono de las enseñanzas que el Maestro fue entregando a los suyos. De hecho, el camino es un tema recurrente en el tercer evangelio, desde el itinerario de María para visitar a su pariente Isabel, hasta el camino de Emaús, en que Jesús acompaña a dos de sus discípulos. Meditar el evangelio de Lucas en este ciclo litúrgico C, nos lleva hoy a preguntarnos por la dirección de nuestros caminos, por la decisión con la que los emprendemos y por la compañía que aceptamos a nuestro lado.
Al cumplir los doce años Jesús se queda en el templo de Jerusalén. La búsqueda angustiada de José y María suscita la primera pregunta de Jesús que recoge el evangelio de Lucas: “¿Por qué me buscabais?”. La búsqueda de Jesús es una aventura humana y una metáfora de la fe. En las páginas del evangelio de Lucas, Jesús revela la misericordia de Dios. En las preguntas que dirige a unos y a otros estimula en ellos –y en nosotros– el deseo de seguir buscando su rostro, hasta que lo descubramos “al partir el pan”. Estos textos fueron transmitidos por Radio Vaticano y ahora se ponen en manos de los lectores de Monte Carmelo. También pueden ayudarnos para la celebración de la Eucaristía, sobre todo a lo largo del Ciclo C.
Algunas preguntas para renovar conocimientos, profundizar en algunos conceptos o aclarar dudas: ¿Qué significa la revolución sexual? Se dice que el ser humano se define por sus relaciones. ¿Qué tiene que ver esto con la sexualidad humana? ¿Existen referencias en los evangelios para la moral sexual? Se acusa a veces a san Pablo de ser enemigo de la mujer. ¿Es justa esa acusación? ¿Cuál es el mensaje específico del cristianismo sobre la ética sexual? ¿Cómo evaluar a la luz de la fe el homoerotismo y la homosexualidad?
De acuerdo con la encíclica Veritatis splendor, este manual parte de dos ideas fundamentales. En primer lugar, el deber moral se basa en la verdad última del ser humano. En segundo lugar, la moral cristiana remite necesariamente a la gozosa vocación del cristiano que supone el seguimiento de Jesucristo. En esta edición de Teología moral fundamental, la primera parte, dedicada a los fundamentos originantes de la moral cristiana, ofrece un recorrido por su historia, desde la aportación de la Sagrada Escritura y el magisterio de la Iglesia. La segunda parte recoge categorías éticas básicas, como la libertad y la responsabilidad, los valores y la conciencia, el pecado, la conversión y la virtud. Además de responder a las exigencias académicas y a las orientaciones recientes del papa Francisco, esta obra hace una constante referencia a la evangelización y a la necesidad de «producir frutos en la caridad para la vida del mundo», según la petición del Concilio Vaticano II a la Teología moral.