Humo blanco

«No os vais a quedar mucho tiempo aquí. Me aseguraré de ello». 

Marigold huye de los fantasmas. Los espectros de su antigua vida no dejan de perseguirla, pero puede que el traslado con su nueva familia mixta desde un pueblo costero de California a Cedarville, sea el nuevo comienzo que necesita. Su madre acaba de aceptar un trabajo de la Fundación Sterling que viene con una casa gratis, y que ahora Mari tiene que compartir con su hermanastra Piper, una mocosa de diez años.
El hogar reformado e impecable de Maple Street, que está entre casas dilapidadas y rodeada de vecinos recelosos, tiene sus. secretos. Pero el problema no termina ahí. En la casa desaparecen cosas, las puertas se abren solas, las luces se apagan, hay sombras que pasan por delante de las habitaciones, voces que se pueden oír tras las paredes y un olor asqueroso que sale de los conductos de ventilación y del que solo parece percatarse Mari. Lo que es peor, Piper no deja de hablar de una amiga que quiere que Mari desaparezca. Pero «huir de los fantasmas» no es más que una metáfora, ¿verdad? 
Al cercar la casa, Mari se entera de que el peligro no se limita solo a Maple Street. Cedarville también tiene sus secretos. Y los secretos siempre encuentran la manera de colarse entre las grietas. 
«El miedo llega poco a poco, pero luego va a más. Cuando noté escalofríos por la espalda, iba a gritar, pero estaba demasiado ocupado pasando las páginas. Necesitaba saber cómo de aterrador iba a ponerse». 
R. L. Stine, autor de Pesadillas y La calle del terror