La laguna de Fuente de Piedra, con 1.219 ha, es la mayor de Andalucía y la segunda de España después de la de Gallocanta (Zaragoza). Está situada en la provincia de Málaga, a 73 km al norte de la capital y próxima al sureste de la provincia de Sevilla. Pertenece al término municipal de Fuente de Piedra y se encuentra junto a dicha localidad, la cual le da nombre.
Esta guía pretende ser un instrumento útil y práctico, de sencillo manejo, que sirva de acompañamiento a todos los visitantes que lo deseen, tanto a los naturalistas entusiastas como a los neófitos en el tema. Con ella podremos identificar, de forma clara y amena, la variada e interesante avifauna que frecuenta este rico patrimonio natural donde la singularidad biológica, geológica e hidrológica se conjugan para dar lugar a un ecosistema irrepetible, de incalculable valor. Para tal fin la Reserva cuenta con una serie de observatorios y miradores repartidos en distintos enclaves estratégicos alrededor de la laguna, así como itinerarios señalizados, desde donde se nos abren magníficas panorámicas hacia el extenso humedal salino para ver desfilar un variado muestrario de aves acuáticas, en el que el flamenco es la especie más emblemática. Resulta sobrecogedor el bellísimo espectáculo ofrecido por los bandos de esta especie cuando alzan el vuelo, o surcan el espacio aéreo de la laguna; es entonces cuando exhiben una de las más bellas coreografías que tienen lugar en este escenario para mostrarnos al unísono su majestuoso e ingrávido vuelo sincronizado, así como la llamativa coloración blanca rosada de su plumaje.
En definitiva, la riqueza ornitológica, botánica y paisajística de este enclave se convierte en un auténtico regalo para los sentidos y no deja indiferentes a los que se acercan a visitar este valioso tesoro natural, que merece la pena recorrer en cualquier época del año.

Este libro intenta reunir la mayor cantidad posible de camisetas nacionales en un solo lugar. Las más conocidas, pero también las de países que han dejado de existir; legendarias, las “raras” y las que se usaron en alguna ocasión excepcional. Más allá de sus orígenes, las camisetas de los países se transforman en objetos de culto y de identificación en tierras ajenas, símbolo de orgullo y suma de recuerdos colectivos. Con rigor periodístico, esta investigación única da como resultado una explosión de diseños y colores tan diversa y estimulante como el propio fútbol mundial.