El asiento de un taxi quizás sea el lugar del mundo que atraiga más historias, incluso más que el diván de un psiquiatra.Este oficio no solo conduce personas, también lleva la carga invisible de sus equipajes llenos de alegrías y tristezas, de logros y fracasos, de amores y odios impresos con excesos de pasado, estrés del presente y preocupaciones que aún no llegan.Desde esta tribuna móvil que enriquece el alma, pero nunca los bolsillos, Américo Ramírez, luego de su exilio y viviendo el vértigo de una nueva vida, empezó a escribir historias de drivers con el fin de plasmar desde los ojos de un conductor las huellas que dejamos en el camino de la vida.50 historias de drivers es una recopilación de cortos relatos llenos de autenticidad. Vividos, creados y extraídos de la memoria que guardan anécdotas colmadas de humor, amor y reflexión, concebidas desde la cercanía de la primera persona y la distancia de la tercera persona.

Fuimos, hasta que llegaron las órdenes a nuestras vidas.

Gonzalo odia los militares, Antonio los admira. Además, él sospecha que su novia Bianca lo traiciona con su hermano menor, Gonza.

Todo se sale aún más de control cuando su madre, Cristina Arcay de Domínguez, decide apoyar hasta la muerte para consagrar el deseo de su hijo Antonio a integrarse a la vida militar venezolana.

Demoliendo la casa de los sueños es la historia de la decadencia padecida por una familia y un país promesa, causada por las encrucijadas parentales y el eterno abuso de poder castrense.