9788417258573
Fue por mayo del setenta y dos
Francisco Hidalgo Gómez
Editorial: Carena Fecha de publicación: 25/09/2018 Páginas: 103Formato: 21 x 14,8 cm.
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Carmen Amaya fue mujer y gitana de personalidad muy singular.Catalana, la m s universal de su tiempo, y aún hoy, aunque a veces nose le haya reconocido. Fue, claro est , una grandiosa artista,cantaora m s que notable y bailaora genial. La m s genial eirrepetible de todos los tiempos.Era tal la fuerza con la bata de cola, o vestida con pantalón de talle y chaleco, y el br¡o que pon¡a, el ¡mpetu, que se dir¡a imposible enuna mujer. Su cara de pantera hermosa, la pequeña cabecita, su pelo de azabache, los flamenqu¡simos brazos, su abrasadora mirada, el talleescaso, su cuerpo menudo en felina tensión... Toda ella, compon¡an una estampa inconfundible.Gozó en vida de la admiración general y entusiasta de cuantos lavieron bailar. Su solo nombre llenó teatros enteros. La llaman detodas partes y a todas acude. Firma contratos fabulosos. Ruedapel¡culas en Hollywood, graba discos… Carmen Amaya es un cap¡tuloaparte en la historia del baile, es una figura inclasificable y única. Y por todo ello, inmortal. Imperecedera. Eterna. Leyenda viva. Carmen era un hermoso y bello mito de s¡ misma. Y nos consuela pensar quelos mitos no mueren. M s bien que nacen de verdad a partir de lamuerte.Ahora que ya no est entre nosotros continúa bailando en las azoteasdel viento.
Francisco Hidalgo ha escrito -y demostrado- que "Cataluña y más concretamente Barcelona, ha sido desde hace más de un siglo uno de los enclaves donde el Arte Andaluz. el flamenco, ha tenido un difusión notable fuera de su entorno andaluz.Este libro es una indagación sobre el nacimiento y florecimiento de este arte en Cataluña.
En esta obra su autor revive la época más fructífera de este arte tan singularmente unido a la vida. A través de sus páginas vuelven a abrir sus puertas los legendarios Cafés Cantantes, volvemos a sentir el latir de las más míticas figuras y participamos de la belleza y del arte que alcanzó cuotas insuperables en la calles y locales de Barcelona.
La década de los años veinte y la primera de los treinta de este siglo es especialmente activa para el flamenco en la Ciudad Condal. Testigo excepcional de la época es Sebastiá Gasch, quien, a través de sus artículos describe esta época de esplendor.
En este trabajo Francisco Hidalgo reconstruye los pasos de Sebastià Gash, este impenitente noctámbulo y recrea sus vivencias y su pensamiento. De este modo. nos abre la ventana a una época intensa que marcó para siempre el destino del flamenco.