Fortunata y Jacinta II «Dos historias de casadas»

Madrid experimenta una gran transformacioón durante el desarrollo de la novela: en pocos años duplica su población hasta los cuatrocientos mil habitantes, la mayoría de ellos de la «clase trabajadora». La tercera parte de Fortunata y Jacinta comienza cuando Juanito vuelve regresa con Jacinta, vuelve al redil, por lo que Fortunata, despechada, se refugia en el viejo Evaristo Feijoo, quien la reconcilia con su pusilánime marido. El entierro de Mauricia la Dura, personaje que Fortunata había conocido en el convento, provoca el encuentro entre las dos mujeres, que cobra aún mayor intensidad por la sospecha de que Fortunata esté embarazada. La cuarta parte, la más larga, presenta una realidad atormentada donde todos los personajes parecen vivir un destino amargo que une en el infortunio a Fortunata y Jacinta. El azar les proporcionará una sorpresa trágica que rubrica el final de la novela. Más de cien personajes se cruzan por las páginas de esta obra cumbre de Galdós en la que muchos ven un esfuerzo por emular la «Comedia humana» de Balzac.