Corazones en ruinas

Cuando evacuan a Noel Bostock, de diez años y sin familia, para escapar del bombardeo nazi que se abate sobre Londres, el chico acaba viviendo en St Albans con Vera Sedge, una mujer de treinta y seis años agobiada por las deudas y por familiares dependientes. Su desesperación por el dinero hace que Vera no muestre demasiados escrúpulos en conseguirlo como sea.
Noel aún llora la muerte de su madrina, Mattie, antigua sufragista que lo crió transmitiéndole su desdén hacia la autoridad y su ecléctico planteamiento de la educación. Por ello, Noel tiene poco en común con otros niños y menos aún con Vee, quien no sale de un lío cuando ya se ha metido en otro. Si bien la guerra ha propiciado nuevas fórmulas para hacer dinero, lo que Vee en realidad necesita —y nunca ha tenido— es alguien con la cabeza fría capaz de pergeñar un plan.
Por sí sola, Vee es un desastre; con Noel, parte de un equipo.
Juntos conciben una idea y, recorriendo de arriba a abajo la periferia bombardeada de Londres, Vee comienza a obtener beneficios y Noel a recuperar el interés por la vida.
Sin embargo, son muchos los que ganan dinero en tiempos de guerra, algunos de ellos peligrosos. Puede que Noel haya sido evacuado a una zona más segura, pero no por ello está fuera de peligro…