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La trobada entre les religions i entre les cultures és avui un fet ineludible. Afirmar satisfets que hauríem de poder trobar en la nostra tradició tot el que estem cercant no és ni convincent ni suficient. En primer lloc, molt sovint només descobrim el significat profund del nostre món després d'haver tastat quelcom exòticament diferent. En segon lloc, considerar-nos, fins i tot col·lectivament, autosuficients implica una certa condemna dels altres. L'obertura és part de l'essència mateixa del diàleg.
El diàleg intercultural i interreligiós, pel fet d'ajudar-nos a descobrir l'«altre» en nosaltres mateixos, contribueix a la realització personal i a la fecundació mútua de les tradicions humanes, que ja no poden permetre's viure en un estat d'isolació o de guerra.
El lector experto se dará cuenta de que no estamos ante una antropología teológica al uso, en el sentido de que no se trata de un manual académico, frío y aséptico, en el que se analicen y criben doctrinas varias. Sin embargo, tanto el estudioso como el lector inquieto por encontrar cauces nuevos para la reflexión acerca del hombre, sí encontrarán una antropología teológica rigurosamente confeccionada. Descubrirán en sus páginas la fecundidad de un pensamiento elaborado desde la luz que el Oriente cristiano —menos racionalista y encorsetado por rigorismos conceptualistas— aporta al Occidente postilustrado al «decir el hombre».
Desde la época de sus comienzos en la sociología, en que surgió este texto hasta ahora inédito, Niklas Luhmann apenas modificó sus tesis centrales sobre la estructura de la política moderna, sobre la diferenciación dinámica del sistema de esta dentro de la sociedad y su propia diferenciación interna en política y administración. Pero esta obra no solo constituye el primer tratamiento sistemático de la sociología política en la trayectoria de Luhmann, sino que presenta además el contenido más rico de todos sus escritos sobre el tema.
Sobre la base del concepto de rol, los tres sistemas parciales del sistema político son tratados en la secuencia gradual de su diferenciación dinámica. En primer lugar, la administración, la más diferenciada dinámicamente, que no conoce consideración legítima alguna de otros roles propios de los funcionarios. Luego, los políticos públicamente visibles, expuestos a la observación pública y que por tanto, llegado el caso, también deben justificar políticamente la acción no política cuando esta tiene implicaciones críticas que afectan a la confianza. Y finalmente, los roles del público, los menos diferenciados dinámicamente, roles del elector, del autor de una moción o del interesado en política que busca influir en la legislación, donde la percepción de los propios intereses es tan legítima que solo cabe mostrar mediante análisis sociológicos las prevenciones, no obstante existentes, frente a una disolución en lo puramente privado y particular, las cuales están asimismo integradas en esos roles.
India es conocida por haber desarrollado un sistema de estratificación social único en el mundo: la sociedad de castas. No existe otro aspecto sobre el Sur de Asia que despierte opiniones y emociones tan encontradas. Pero, a pesar de la importancia y lo controvertido del asunto, apenas existen textos en lengua española que aborden con seriedad la cuestión.
Tras muchos años de investigación, Agustín Pániker nos sumerge en el complejo universo que acompaña a la casta: sus oscuros orígenes; su engranaje en la religión, el ritual y la ideología brahmánica; sus vínculos con el poder político y económico; las grandes transformaciones sociales a lo largo de los siglos (incluidas las críticas del budismo, de los grupos devocionales hindúes, del tantrismo o de B.R. Ambedkar); la existencia de la “casta” entre grupos no-hindúes (y hasta en el pueblo gitano); la creciente etnicización y politización de la casta (con políticas de discriminación positiva por razón de casta, partidos políticos ligados a castas…); sin dejar de abordar las cuestiones más agrias del tema, es decir, el vínculo de la casta con la patriarquía y la práctica de la intocabilidad.
Con el rigor que caracteriza sus escritos, Pániker nos ofrece un fascinante cuadro de una sociedad, anclada a la vez en un prodigioso respeto por la diferencia (como muestran sus miles de castas y subcastas), así como en el resiliente poder de la jerarquía (sea esta ritual o política).
La sociedad de castas es, en suma, un esclarecedor texto explicativo (con el público no-especializado en mente) y reflexivo (donde se aportan infinidad de novedades para el lector o la lectora ya familiarizados con el mundo índico). Ineludible para aquellos que quieran ahondar en la sociedad, la religión, la política o la historia del Sur de Asia.