Entre 1959 y 1969 nacieron las revistas under the counter (debajo del mostrador), de contenidos explícitos y raros. Conozca al rey californiano de las revistas, al fetichista de piernas Elmer Batters, al maestro del bondage Irving Klaw y al inglés Harrison Marks, y vea cómo Escandinavia eliminó la censura, con más de 1.000 portadas e interiores.

Lo mejor del trabajo crucial de Harry Benson sobre los Beatles, a quienes capturó de gira, actuando y lidiando con la fama mundial. Las imágenes de Benson muestran en un blanco y negro luminoso momentos íntimos de George, John, Paul y Ringo componiendo, relajándose y relacionándose con sus eufóricas fans.

La revolución sexual de la década de 1970 arrasó los quioscos. El pionero Peter Wolff compitió con Larry Flynt en EE. UU.; Inglaterra se desnudó un poco; Alemania lo hizo con clase; Italia enloqueció; Francia canalizó a Dinamarca; Japón aprendió a atar y Germaine Greer saltó a la fama. Todo contado con más de 1.000 portadas e imágenes interiores.

Tras la Segunda Guerra Mundial, EE. UU. lideró el mercado de las revistas para adultos. Este libro documenta esa evolución (de 1946 a 1959) con más de 1.000 portadas e interiores, revistas burlescas, una destinada a hombres de color, las primeras revistas fetichistas, el lanzamiento de Playboy y alguna incursión inglesa y latinoamericana.

“Revista para hombres” es un eufemismo de “revista erótica”. Cuando nacieron en París tenían ilustraciones coloridas, chistes y caricaturas. El volumen 1 aborda este género desde sus sofisticados comienzos en 1900 hasta 1945, con 1.000 portadas e imágenes interiores muy poco conocidas de publicaciones de Francia, Alemania, EE. UU. y Turquía.

El primer amor de la niñez de Tom fue un jornalero joven y fornido que trabajaba en el campo cerca de su casa. Finlandia es tierra de hombres de físico robusto que pescan en el gélido mar, cortan leña en los interminables bosques y trillan la avena, el centeno y la cebada en las granjas. Tom, un chico más sensible, admiraba a esos hombres toscos con su atuendo característico, diseñado para ofrecerles protección y comodidad. Más adelante, afirmaría: “Cuando era joven, el cuero lo vestía la gente que trabajaba al aire libre porque abrigaba mucho. Todos esos hombres que llevaban cuero eran la clase de hombres que yo adoraba”.

Cuando empezó a dibujar homenajeó a estos ídolos de juventud mejorando su vestuario con pantalones vaqueros ajustados, camisetas descoloridas y botas laponas altas de punta estrecha. De hecho, fue un joven leñador que lucía este atuendo en la portada de Physique Pictorial quien dio a conocer a Tom al mundo en la primavera de 1957. En las décadas siguientes el dibujante añadió camioneros, mecánicos, trabajadores de la construcción, forzudos del circo y los típicos vaqueros americanos a su selección de héroes de la clase obrera. Aunque sólo eran fantasías sexuales para él, su representación de estos amantes obreros ayudó a los gays de la clase trabajadora a aceptarse a sí mismos.

The Little Book of Tom: Blue Collar plasma la fascinación de Tom por los operarios en un volumen compacto y asequible. Una amplia selección de tiras de cómics, dibujos e ilustraciones a toda página, acompañada de material de archivo y de contexto que incluye fotogramas y carteles de películas históricas, fotografías personales de Tom, bocetos y las imágenes en las que se inspiró el artista.

El gusto de Tom por agentes de policía y delincuentes, y la tensión sexual entre ellos, nació en los últimos años de su carrera. “Nunca he estado en la cárcel”, comentó en una clase en el Instituto de las Artes de California en 1985, “pero me han explicado que es un mundo cerrado en el que existen distintos roles y la gente se comporta de un modo diferente a como lo hace en libertad. Me fascina. Es otro asunto que no dejo de abordar una y otra vez”. Con esto, Tom confirmaba que no dejaba de fantasear con ello una y otra vez, ya que sólo incluía en sus obras aquello que lo excitaba sexualmente.

Los uniformes de los motoristas de la patrulla de autopistas de California eran sus favoritos: color canela y ajustados, con botas altas y suaves guantes de cuero negro. El dibujante diseñó sus propias variantes de tales uniformes, una mezcla de atuendo militar y policial, y creó delincuentes bien machotes pero que los agentes pudieran atrapar, si bien es cierto que, una vez pillados, la lucha de poder podía decantarse hacia cualquier lado. Tom estaba decidido a mostrarlo todo al tiempo que representaba los roles masculinos por igual, y era tan probable que sus policías acabaran felizmente ensartados en un pene criminal como infligiendo un coito de castigo. Criticado por algunos que consideraban que su obra era una glorificación del poder, Tom fue raudo al recordar que el mundo que él creaba era de fantasía, donde todo era posible y consensuado, incluso en prisión.

The Little Book of Tom: Cops & Robbers explora la fascinación de Tom por el mundo de la justicia y la delincuencia a través de una combinación de tiras de cómics, dibujos e ilustraciones a toda página en un formato de 192 páginas compacto y asequible. La selección de fotogramas y carteles de películas históricas, fotografías personales y bocetos de Tom, así como las propias imágenes de referencia del artista, convierten este libro en mucho más que un repaso de sus cómics.

Cuando pensamos en Tom of Finland, lo primero que nos viene a la cabeza son jóvenes muy machos, musculosos y vestidos de militar. La visión de la perfección masculina de Tom se forjó mientras prestaba servicio como oficial del ejército en la Segunda Guerra Mundial. Aunque se alistó en el Ejército del Aire finlandés, fueron las tropas alemanas, afincadas en Finlandia para repeler la invasión del ejército ruso, las que le sirvieron de inspiración. Al fin y al cabo, sólo los alemanes llevaban uniformes creados por Hugo Boss que sentaban como un guante, no escatimaban en toques de diseño y se complementaban con relucientes botas de caña alta de cuero. Tom, que por entonces tenía 19 años, quedó prendado de ellos, una obsesión que fue a más tras mantener sus primeras experiencias sexuales con oficiales alemanes en las calles oscuras de Helsinki.

Tom empezó a plasmar sus fantasías militares en papel en 1945, cuando terminó la guerra, para rememorar sus excitantes encuentros nocturnos. Al principio los uniformes de Hugo Boss protagonizaban todos sus dibujos, pero con el paso de los años y las décadas amplió el abanico a la indumentaria de la Marina de Estados Unidos y, después, a sus propios diseños híbridos de cuero negro, pantalones de montar, botas y gorras de plato, con emblemas creados para reemplazar a las insignias militares. A medida que Tom atrajo a una hueste de adeptos, creó con lápiz, pluma y acuarela un ejército de hombres masculinos, libres e imponentes comprometidos con el placer y la camaradería masculina.

The Little Book of Tom: Military Men explora la fascinación de Tom por la indumentaria militar con una combinación de tiras de cómics, dibujos e ilustraciones a toda página en un formato compacto y asequible de 192 páginas. Los fotogramas y pósteres de películas históricas, las fotografías, los bocetos y las imágenes de referencia del artista desgranan el contexto cultural y las inspiraciones personales tras el héroe por excelencia de Tom of Finland.

Junto con Miguel Ángel y Leonardo, Rafael es uno de los artistas más importantes del Renacimiento italiano. Con motivo del quinto centenario de su muerte y de las exposiciones históricas que se le dedican en Roma y Londres, esta edición XXL presenta 108 pinturas de Rafael, así como sus extensos ciclos de frescos, proyectos arquitectónicos y tapices con un nivel de detalle nunca visto. Un volumen independiente incluye sus más de 770 dibujos.

Junto con Miguel Ángel y Leonardo, Rafael es uno de los artistas más importantes del Renacimiento italiano. Con motivo del 500 aniversario de su muerte y de las exhibiciones históricas que se le dedican en Roma y Londres, esta edición XXL presenta las 108 pinturas de Rafael, así como sus extensos ciclos de frescos, proyectos arquitectónicos y tapices con un nivel de detalle nunca visto. Un volumen independiente incluye los 770 dibujos que se conservan.