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Seguro que usted vive comedidamente para ganarse el cielo, pero ¿está seguro de que el cielo al que aspira es el más adecuado para usted? Esta guía le ayudará a elegir.
La información que proporciona La guía de Dirk Quigby al más allá sobre los distintos cielos alcanzables, está insertada en una novela divertidísima sobre un escritor de una agencia publicitaria, especializado en guías de viajes, y que ha visitado los cielos de las principales religiones para comparar las condiciones que ofrece cada uno, como alojamiento, comida y bebida.
Y, mientras espera el momento de disfrutar de la vida eterna, también puede recibir valiosa información sobre cómo convivir aquí en la tierra con una amante angelical, un perro y un gato.
El libro más delicioso que he leído en bastante tiempo… una mezcla inmejorable de hechos y ficción, fe y misticismo.
The New York Journal of Books
Impío y delicioso, una divertida guía Zagat al cielo.
Ray Bradbury
Historia de una granja africana es la primera novela sudafricana, publicada en la Inglaterra victoriana por una mujer que se ocultaba con el pseudónimo masculino de Ralph Iron. Constituyó un éxito importante que hizo famosa a su autora, Olive Schreiner, que se convirtió en uno de los personajes clave del feminismo de la época y publicó varios libros más, de pensamiento y de poesía, con éxito notable.
La trama sigue a tres niños habitantes de la granja y sus diferentes destinos como adultos. Subraya las distintas posibilidades de desarrollo que tenemos los humanos, distintas según nuestro sexo, con una óptica subversiva para la mentalidad victoriana y colonial. Pero la habilidad literaria de Olive Schreiner, adquirida casi sin más formación que sus propias lecturas, convierte este discurso en un artefacto literario de primer orden, que nos conmueve hoy como cuando se publicó.
Con estas credenciales sorprende que no haya sido traducida antes al español, pero lo cierto es que esta versión de Margarita Martín es una absoluta novedad en España, donde solo se ha publicado una obra suya, La mujer y el trabajo (Women and labour).
En estos tiempos de turbulencias no está de más echar un vistazo a otras alternativas que las de una educación basada en alguna creencia religiosa, por respetable que sea. Dadas las críticas desmesuradas que se hacen y, no pocas veces, contrarias a la razón y al mero sentido común, es bueno conocer qué significa el laicismo, dentro de un pensamiento ilustrado, y porqué se mantienen privilegios a una determinada confesión religiosa, a pesar de que nuestra Constitución proclama la aconfesionalidad del Estado.
En este libro, editado por Europa Laica, quiero resaltar el interesante trabajo del profesor Fermín Rodríguez, pp. 21-69, “Por una escuela pública y laica”, que es una delicia de exposición con un rigor intelectual admirables. Este crítico hubiera comenzado la edición por ese artículo ya que invita a leer y contesta a las dudas que uno pudiera tener sobre el tema. Y hubiera dejado la beligerante Introducción para los Apéndices. Si pretendemos que un libro se lea por alguien no convencido previamente, pongamos el mejor manjar como entrante.
El laicismo no es un añadido eventual sino un elemento consubstancial a la democracia desde su origen, escriben los coordinadores. Defiende la distinción entre dos dominios: el de las creencias, que son personales, libres y variables, y el de los conocimientos, que son comunes e indispensables para todos.
La delimitación del ámbito público determina las competencias legítimas del Estado y sus obligaciones. Esa misma delimitación establece su neutralidad en materia de creencias y convicciones personales para respetar la libertad de conciencia y la igualdad de todos ante la ley. Estos son, según sus autores, los dos ejes vertebradotes de la filosofía del laicismo que debe conformar el Estado laico y de Derecho.
La escuela pública en un Estado democrático ha de ser universal, gratuita y laica.
«Este poema circular es a la vez un manifiesto y un memorial. También es una letanía inscrita en un rosario o molinillo de plegarias. Una letanía es un conjuro. Un gesto de la palabra. Quienes la repiten concentran en ella su voluntad, su energía. Los nombres de las especies en extinción irrumpen en la plegaria sin interrumpirla, como espíritus que viniesen a pedirnos ayuda. Al pronunciarlos, sus nombres van inscribiéndose en el tiempo; la lista que resulta de ello es la que figuraría en un monumento para la memoria, la de todos los que estamos y los que vendrán. La tierra prometida es una estela poética».
La plegaria, o poema circular, es un texto breve, sin significado preciso, que se repite una y otra vez sin más variaciones. Se extiende por un espacio sin fin, donde pueden verse, aquí y allá, animales sin identificar. Según el libro avanza, repitiendo la plegaria, estos animales felices y vivos van alternando con huellas y restos de animales... que hacia el final son los únicos presentes, ilustración del futuro que nos amenaza.
La poeta malagueña Chantal Maillard (Bruselas, 1951) es doctora en Filosofía Pura. Vivió un tiempo en Benarés, India, en cuya Universidad se especializó en Filosofía y Religión India. Fue profesora de Estética y Teoría de las Artes en el Departamento de Filosofía de la Universidad de Málaga. En 2004 obtuvo el Premio Nacional de Poesía por Matar a Platón. En 2008 el Premio Nacional de la Crítica por Hilos. Ha colaborado con críticas de filosofía, estética y pensamiento oriental en los suplementos de los diarios Abc y El País.