Buenos Aires, Argentina, mediados de la década de 1970. Se habla ya en voz baja de desaparecidos, de conspiradores, de enemigos y colaboradores; se mira alrededor antes de cruzar un descampado, se observa con atención lo que hace el vecino, pero aún predomina, en los ciudadanos de bien, esa difusa impresión de que si alguien tiene problemas con las autoridades "será por algo"... Y el menos indicado para meterse en conflicto alguno parece el señor Kreck: el más ordenado, predecible y hasta aburrido agente de seguros del barrio de La Ensenada. Marido y padre ejemplar, empleado modelo, buen vecino y compañero, Rodolfo Kreck no parece esconder secreto alguno... excepto las llaves de un apartamento alquilado en secreto que guarda en el cajón de su escritorio. ¿Para qué quiere el señor Kreck un apartamento? ¿Qué hace allí? ¿Por qué su mujer y sus amigos no saben nada de esta historia? Esas preguntas son suficientes para convertir al señor Kreck en sospechoso de conspiración, detenerle y encarcelarle. Hay que descubrir el secreto del señor Kreck.
Una novela de aires kafkianos, estremecedora y angustiosa, reflejo realista de una situación desquiciada en la que lo privado desaparece frente a un Estado que se considera dueño de sus ciudadanos. Juan Octavio Prenz ha conseguido con El señor Kreck un gran relato que sirve de espejo y metáfora de todas las dictaduras, y de motivo de reflexión sobre los derechos de los ciudadanos y los límites de ese dudoso concepto llamado "seguridad".