Lo lamentamos, pero este libro no está disponible en estos momentos.
Introducción, traducción y notas de Mª José Lemarchand.
El propio Montaigne declaró con asombrosa modernidad: Yo soy la materia de mi libro. Efectivamente, lo peculiar de estos Ensayos es que, hable de lo que hable, habla de sí mismo y nos habla a la vez a nosotros, sus lectores, que más de cuatro siglos después, nos sentimos interpelados, vibramos con las mismas emociones, nos hacemos las mismas preguntas sobre la amistad, el amor, la educación, la guerra y la paz, las otras culturas –Montaigne queda fascinado por un Nuevo Mundo recién descubierto, y, según él, acaso más civilizado que una Europa entregada a las Guerras de Religión–, la enfermedad, el suicidio, la vida, la muerte, la muerte en vida...
Al hablar de sí mismo, con mucha ironía y humor, Michel de Montaigne (1533-1592), retirado entre libros y viñedos en su tierra de Burdeos, nos va descubriendo lo que él dio en llamar la condición humana. A la vez, nos hace partícipes de sus lecturas, los clásicos, con los que dialoga de forma tan familiar que, como bien dijo Quevedo, quien lea a Montaigne leerá a Plutarco y a Séneca.
Libro que responde como ninguno a la definición de “clásico universal”, y por tanto merecedor de las más varias y desenfadadas lecturas, ya que puede empezarse por cualquier página. Libro al que incluso cada lector podrá ir añadiendo su experiencia personal, como a ello le invitó y le sigue invitando el propio Montaigne.