9788424936020
Tiempos difíciles
CHARLES DICKENS
Editorial: Gredos Fecha de publicación: 01/03/2009 Páginas: 416Formato: 21 x 14 cm.
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Por su interés en acumular doctrinas de diferentes autores y su fidelidad hacia todos ellos, la obra de Carisio hacia el 362 d.C., un manual de gramática concebido para completar la educación del hijo del autor, es el pivote sobre el que se construye el estudio de las fuentes de la gramática latina. Elio Estilón, Lelio Arquelao, Antonio Gnifón, Ateyo el Filólogo, Varrón, César, Verrio Flaco, Valerio Probo, Remio Palemón, Plinio el Viejo, Flavio Capro, Cominiano y Julio Romano son algunas de las autoridades en materia gramatical que, desde la cita única a decenas de fragmentos, aparecen en la obra.
El volumen contiene la primera traducción a una lengua moderna del primero y el más extenso, pues ocupa la mitad del total de los cinco libros del Ars. En él destacan dos capítulos eruditos (15 y 17), que reflejan la discusión, señalada siglos antes por Varrón, entre analogía y anomalía como elementos dirimentes de la corrección lingüística, y fundamentada ahora en los criterios de naturaleza, razón, uso y autoridad, este último responsable a su vez de la conservación de multitud de fragmentos de poetas y prosistas latinos para los que el manual de Carisio es, muchas veces, testimonio único.
No todos los historiadores actuales son partidarios de la especialización. Algunos eligen una visión de conjunto de una época o de un país, convirtiendo el método histórico en un festival del conocimiento. Son pocos y son extraordinarios. Entre ellos se cuenta José Enrique Ruiz-Domènec. Comienza reflexionando sobre el paisaje que ha construido la memoria del país y termina construyendo un gran relato sobre sus momentos cruciales y sus figuras fundamentales. El resultado es una lectura imprescindible para comprender nuestra encrucijada actual y para participar de un fenómeno cada vez más raro pero cada vez más necesario el entusiasmo por la historia.
Veinte años después de su muerte, y con una larga lista de libros de historia convertidos en superventas, la obra renovadora y la personalidad rompedora de Barbara W. Tuchman siguen fascinando a nuevos y viejos lectores. La historiadora que dio un nuevo rumbo a la manera de contar la historia, y supo llegar al gran público con la narración de la Peste Negra del siglo XIV en Un espejo lejano o de la Primera Guerra Mundial en iEl telegrama Zimmermann o Los cañones de agosto, escribió también un libro programático, Cómo se escribe la historia, inédito hasta ahora en castellano e insólito en su especialidad, una auténtica declaración de principios sobre el oficio de escribir historia y una aguja de marear imprescindible para todo historiador de nuestro tiempo. No en balde el libro es una suerte de manual que contiene las claves para entender la escritura de la historia, la diferencia entre historia verdad y poesía invención, el recurso a las fuentes primarias, el contraste de la información, la selección de los materiales, la investigación como motor de la historia, el material inédito y, sobre todo, la narración como alma de la historia.
Así, Cómo se escribe la historia es también una autobiografía intelectual de una mujer que nos enseña el compromiso del historiador consigo mismo, con su materia y con sus lectores; y todo ello a través de un panorama general de los acontecimientos decisivos que jalonan el siglo XX, desde la Primera Guerra Mundial hasta el final de la Guerra Fría.
Corre el año 401 a.C. En Cunaxa, junto al río Éufrates, el rey persa Artajerjes derrota a su hermano Ciro el Joven, que pretendía arrebatarle el trono. Entre las tropas vencidas y abandonadas en ese momento a su suerte se encuentran los mercenarios griegos conocidos como los Diez Mil, además de un joven llamado Jenofonte -antiguo discípulo de Sócrates- que deberá ponerse al frente de ellos para guiarlos en un atroz expedición que cruzará un continente y se abrirá camino librando feroces combates a lo largo de un duro invierno. Un viaje épico cargado de dramatismo, pasión y triunfo humano.
Kokoro, la obra maestra del escritor japonés Natsume Soseki (1867-1916), es la recreación penetrante y desgarradora de la complejidad moral existente en las relaciones humanas donde hay tanto que queda sin decirse, incluso en los ámbitos más íntimos. En este sentido, los silencios de la obra, más elocuentes que las palabras, y las alusiones indirectas, sirven de puente al corazón de las cosas y de las personas. Un corazón observado tanto desde la especial perspectiva de la cultura japonesa, como desde la condición humana en general. "Kokoro", que quiere decir precisamente "corazón", es una lectura sobre el amor y la vida que se hace inolvidable por su sobria, poética intensidad.
"En 1914 [Soseki] escribió Kokoro, su obra cumbre y de obligada lectura en cualquier escuela de hoy, considerada como nuestro Don Quijote, o como Romeo y Julieta para los anglosajones. Su literatura es sarcástica, ácida, muchas veces cómica y agridulce."
El Cantar de Heike es uno de los grandes clásicos de la literatura japonesa. Escrito a principios del siglo XIII, narra la lucha por el poder que en el siglo anterior había enfrentado a dos clanes de samuráis, los Genji y los Heike. Su galería de personajes, por donde transitan guerreros heroicos y damas tristes, cortesanos ambiciosos y bonzos ascetas, plebeyos y emperadores, ha constituido la fuente más importante para la literatura japonesa posterior, y tiene para su cultura una relevancia comparable a la de las epopeyas homéricas para la literatura europea. El Heike, como la Ilíada, pertenece a la tradición de la literatura oral, y hasta los albores de la era moderna fue cantado por bonzos ciegos con acompañamiento musical.
Una de las muchas razones de este libro es protestar contra esa desaparición del humanismo grecolatino, mostrando a la vez, en un diccionario muy personal, mi pasión por ese mundo y muchos de sus autores, intentando ver y no es difícil lo que aún tienen de nuevo, y de materia espléndida para construir el futuro más libre y más hedonista. Para hacer este libro, invitador y que se busca ameno, he utilizado múltiples ayudas y muchos libros, bastantes citados al azar de cada entrada, pero hay otros más que no cito, porque este es un libro de gusto erudito, pero no académico. El autor, ferviente neopagano, se sentirá satisfecho si esta Biblioteca de clásicos para uso de modernos atrae nuevos lectores a un mundo fascinante, desde el principio al fin. Sin los griegos y los romanos antiguos seríamos muy otra cosa de lo que somos. Más pobre, sin duda. Afirma Petronio Animus quod perdidit optat. O sea El espíritu desea lo que ha perdido. Ojalá sea así.LUIS ANTONIO DE VILLENA