¡Cuidado! Contiene dragonas Sólo Daisy puede ver a sus dragonas, que no son dragonas viejas cualesquiera, sino que son sus sentimientos. Generalmente se llevan bien, pero cuando Daisy tiene un mal día, de repente algunas dragonas se portan mal, y Daisy no quiere dragonasascarrabias.ero cuando algunas dragonas desaparecen, ¿necesita Daisy realmente todos y cada uno de sus sentimientos, después de todo?.

La pequeña protagonista de esta narración siempre dice que no. No quiere sentarse a la mesa para cenar, no quiere acabarse el brócoli, no quiere cepillarse el pelo… Sus papás están un poco agotados por su conducta y le piden que diga sí de vez en cuando. Lo que no esperaban era que su pequeña fuese a decir que sí justo a un nervioso gorila que ese mismo día llamó a su puerta. Simon Philip y Annabel Tempest nos traen una divertida y tierna historia que podremos utilizar para enseñar a los más pequeños cuándo deben decir 'sí' y cuando deben decir 'no'.