El alquimista de la luz era un niño que quiso atrapar el color, un niño de pelo especial al que acusaron de la maldición, de la sequía que causó la hambruna. Un niño que quiso ser aprendiz de alquimista y viajó con su carreta itinerante hasta las tierras lejanas de los maestros de la alquimia. Aprendió la magia de los pigmentos y a iluminar con ellos las ermitas y las iglesias.

Ampliamos la colección de álbumes de culturas antiguas con un nuevo título dedicado ahora a Tartesos, el mítico reino de grandes riquezas minerales. La estética tartésica se ha sintetizado a partir de las estelas de piedra de finales de la Edad del Bronce. Un viejo marinero griego, muy charlatán, cuenta que poseyó grandes riquezas. Proclama que fue el primer griego en descubrir Tartesos, el reino del oro y la plata. Su majestad Argantonio los trató a cuerpo rey para que rompieran el monopolio que ejercía Fenicia sobre su comercio. Para los fenicios, Tartesos era un secreto de estado. A cambio de sus mercancías, Argantonio proporcionó al mercader grandes riquezas, con la esperanza de abrir una nueva ruta comercial con otra potencia mediterránea. Pero ¿cómo esquivar el dominio fenicio de los mares y no perderlo todo? La astucia era uno de los talentos de Argantonio, como verás si lees “El secreto de Tartesos”.

Con este título recreamos la estética de la cerámica (kalathoi de perfiles diversos, olpes, oinochoes, ánforas, vasos crateriformes) y la escultura íberas, según los estilos decorativos de Elche y Archena (L’Alcudia, Llíria).
Y la utilizamos para contar la historia de la princesa íbera que se casó con Aníbal para sellar una alianza contra los romanos en el marco de la Segunda Guerra Púnica.
Hay una nueva guerra entre Cartago y Roma, es la Segunda Guerra Púnica, y ahora el tablero se ha desplazado a Iberia. El rey de la ciudad íbera de Cástulo, Mucro, sella una alianza con los poderosos cartagineses, representados por el general Aníbal, y le propone casarse con su hija, Himilce. Himilce se mantuvo fiel a su nuevo pueblo, aunque su padre Mucro finalmente se aliase con los romanos.
Un matrimonio de conveniencia se convirtió en un amor apasionado. Himilce y Aníbal intercambian cartas sobre los sucesos de la guerra y cómo crece el hijo que tienen en común.

Un rey perdió consecutivamente a su consejero, su mujer y su perro. Le inundó la tristeza y trató de conseguir unas hierbas que devolvieran la vida. Envió una comitiva a encontrarlas. Nadie les daba razón de dónde podían estar, hasta que un sabio les dio un libro. Estaba lleno de cuentos maravillosos que explicaban los lobos Calila y Dimna. Cuando llegaron a la corte del rey sin las hierbas y solo con un libro, el rey se enojó, pero lo leyó y se volvió un rey muy sabio, y desde entonces encargó la traducción de libros y mandó acompañarlos de dibujos, para que todos los entendieran, y aprendió que la sabiduría de los libros es lo único inmortal.
Este álbum condensa el espíritu del original Calila e Dimna, traducido del árabe al castellano por el escritorio alfonsí (1251) de Alfonso X el Sabio. Forma un conjunto de fábulas originario de la India que brindan enseñanzas morales útiles para la vida social y política de los príncipes a partir del reino animal. Nuestra versión toma algunas de ellas manteniendo la estructura de muñecas rusas del texto, que también se reproduce en las imágenes, las cuales combinan el grafismo medieval persa con ornamentos de la arquitectura mozárabe.

Un Rei va perdre consecutivament el seu conseller, la seva dona i el seu gos. El va inundar la tristor i va intentar aconseguir unes herbes que tornaven la vida. Va enviar una comitiva a trobar-les. Ningú no els donava raó d’on podien ser, fins que un savi els va donar un llibre. Estava ple de contes meravellosos que explicaven els llops Calila i Dimna. Quan van arribar a la cort del rei sense les herbes i només amb un llibre, el rei es va emprenyar molt, però el va llegir i es va tornar en un rei sabi, i des de llavors va encarregar la traducció de llibres i els va fer acompanyar de dibuixos, perquè tothom els entengués, i va aprendre que la sabiduria dels llibres és l’unic immortal.
Aquest àlbum condensa l’esperit de l’original Calila e Dimna, traduït de l’àrab al castellà per l’escriptori alfonsí (1251) d’Alfonso X el Savi. Forma un conjunt de rondalles originari de l’Índia que ofereixen ensenyaments morals útils per a la vida social i política dels prínceps a partir del regne animal. La nostra versió pren algunes d’elles mantenint l’estructura de nines russes del text, que també es reprodueix en les imatges, les quals combinen el grafisme medieval persa amb ornaments de l’arquitectura mossàrab.

La colección Acervo continúa difundiendo el patrimonio estético europeo con un álbum ilustrado infantil que en esta ocasión ofrece la visión del mundo de las culturas rupestres. Las imágenes recrean las técnicas de arte rupestre, como el soplado o el pincel hecho con un palo de punta machacada, para representar el mundo simbólico del paleolítico.
Nanaquë ha salido con su tribu a recoger frutos, leña y miel, pero en un descuido se aparta de su gente y se topa con un jabalí. Nanaquë se defiende con un flechazo que hiere a la bestia y debe refugiarse en una cueva. En la oscuridad, a solas, sin comida ni bebida, Nanaquë pinta en las paredes. Espera hasta que el jabalí muere. El colmillo de jabalí que cuelga de su cuello hace que en la tribu lo reciban como un héroe.

En la casa de Guille se oyen ruidos extraños y hasta su propia mamá está asustada. Pero Guille encuentra la fórmula para desenmascarar los miedos