He aquí los grandes misterios de la vida del santo Patrono de la Iglesia reflejados en las aguas de esta obra de arte bendecida por SS. el Papa Benedicto XVI en los Jardines Vaticanos. Y cuidadosamente impresos a todo color en esta magnífica obra de este gran teólogo y enamorado de todo lo josefino que es Mons. Palmero Ra-mos.

El presente libro otea sobre la historia, el misterio y rutas del alma de San José, desde la altura de la Biblia, la teología y los postulados racionales de la fe en un creyente de hoy. También la actualidad y la modernidad dictan sus exigencias a la meditación teológica y a la devoción genuina, profundas ambas. El autor, tras confesarse devoto del Carpintero de Nazaret se formula preguntas como éstas: ¿Por qué Dios lo puso al frente de su familia? ¿Qué cualidades buscó? ¿Las tenía al darle tan gran encargo o se las dio al dárselo, sabiendo como sabemos que Dios da la misión y, al mismo tiempo, capacita para la misma? ¿Cómo cooperó él para tenerlas? Destacando siempre ahondar en sus rasgos de modelo e intercesor cercano y eficacísimo en las tareas y dificultades de la vida eclesial, familiar y social.

A cerca del contenido de estas páginas todo queda dicho en su título y subtítulo: Tratar de vivir esas tres prácticas tan arraigadas en nuestra religiosidad popular como son una “novena”, un “vía crucis” y el ejercicio del “mes de mayo”, al trasluz de pensamientos que brotaron en su día del corazón mismo del Hno. Rafael. Para de este modo, no solo recordar estos, sino pedir al Señor mueva y llene nuestro corazón del mismo amor con el que movió el suyo.

Ofrecemos ahora DIEZ CLAVES que están en el eje de la santidad del Hermano Rafael. Se implican mutuamente, resultan intercambiables, incluso, a medida que viajamos al centro de su alma contemplativa. Alegría, Abandono, Alabanza a Dios, Silencio, Vocación, Cruz, Enfermedad, María y Serenidad, son palabras que alcanzan su valor más pleno cuando acaban conduciendo a Rafael a la afirmación central de su vida: Dios, Solo Dios. Expresadas en sus escritos, se nos ofrecen como jalones seguros en el camino de la santidad cristiana.

Siempre he querido a los mayores y me siento siempre deudor a ellos. De ellos aprendemos todos la ciencia de la vida, la “gramática” de nuestra existencia. Intento que esta reflexión nos ayude a comprender más y mejor la misión que las personas ancianas estáis llamadas a realizar en la sociedad y en la Iglesia. Y trata de disponer, de este modo, nuestro espíritu a la afectuosa acogida de nuestros mayores.

Biografía de Santa Maravillas de Jesús.