El 23 de febrero de 1984 los Comandos Autónomos Anticapitalistas asesinaron en San Sebastián al senador socialista Enrique Casas. El crimen se cometió tres días antes de la celebración de los comicios al Parlamento vasco, a los que la víctima se presentaba como cabeza de lista del PSE-EE en Gipuzkoa, en la recta final de una campaña electoral sucia y crispada. Este libro recupera la biografía humana y la trayectoria política de un líder carismático, que defendió la pluralidad de la sociedad vasca frente a las tentaciones exclusivistas del nacionalismo y se convirtió en una voz incómoda e insoportable para el terrorismo. Se sitúa en el contexto de unos años convulsos en los que ETA y su constelación de fanáticos intentaron hacer descarrilar la democracia e impedir la construcción de la autonomía vasca.

El papel de la Iglesia vasca, de la Iglesia española y del Vaticano ante la violencia de ETA.

Esta no es una historia de la Iglesia al uso, ni una historia sobre ETA, sino una crónica del proceso que discurre entre el nacimiento de la organización terrorista (1959) y su disolución (2018), y el protagonismo que han tenido en ella los miembros de la Iglesia, tanto en la legitimación de la violencia como en los numerosos episodios de mediación, en el surgimiento de los movimientos cívicos de pacificación, en el impulso a la reinserción de etarras, en las acciones para acercar las orillas del sufrimiento entre las víctimas y los victimarios, y, por último, en el desarme y desaparición de ETA.
Una vez acabada la violencia, parece que es el momento de que muchas historias salgan ahora a la luz. Con la Biblia y la Parabellum viene a colmar las exigencias de los más implicados en esta historia pero también atrapará al lector general con los momentos de complicidad entre curas y etarras, y los episodios de mediación y negociación, en un pulso continuado entre los poderes civil y eclesiástico a la sombra del Vaticano.