978-84-460-5170-1
El imperio grecorromano
PAUL VEYNE
Editorial: Akal Fecha de publicación: 28/02/2022 Páginas: 936Formato: Cartoné
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Patrimoni mundial de la humanitat, Palmira va ser notícia l'any 2015 quan Estat Islàmic va saquejar-la amb la voluntat d'eliminar un dels conjunts arqueològics més importants del món. Antiga metròpolis rutilant, havia estat una veritable cruïlla dels intercanvis comercials i culturals entre Orient i Occident.
«Era el meu deure, com a antic professor i com a persona, de manifestar la meva estupefacció per aquesta destrucció incomprensible i d'esbossar un retrat sobre l'esplendor de Palmira, una esplendor que actualment ja només es pot conèixer a través dels llibres.» Paul Veyne
«Avui tots plorem, i no hi ha un cant fúnebre més just i més noble que aquest que Paul Veyne consagra a Palmira.» Mathias Enard
Vuit pàgines de fotografies de Palmira.
Michel Foucault y Paul Veyne. El filósofo y el historiador. Dos grandes figuras del mundo de las ideas. Dos ?extemporáneos? que durante mucho tiempo compartieron camino y batallas. Paul Veyne traza en este libro el retrato atípico de su amigo y vuelve a lanzar el debate sobre sus convicciones. Por eso el libro arranca con esta afirmación: «No, Foucault no era lo que se cree, no era de derechas ni de izquierdas, no invocaba ni la Revolución ni el orden establecido. Pero precisamente porque no invocaba el orden establecido, la derecha lo insultaba mientras que la izquierda creyó que bastaba con que no invocara el orden establecido para considerarlo de izquierdas.»
Paul Veyne desmitifica la idea según la cual los ciudadanos romanos vivían su sexualidad de manera libre y silenciosa. Según el autor, su realidad nada tenía que ver con los mosaicos de Troya o el Satiricón.
La obra recoge diversos textos publicados por Paul Veyne en la revista L'Histoire, agrupados al hilo de cuatro temas principales: ¿Qué es un romano?; Dinero y política; el espectáculo de la muerte y la pareja y la sexualidad en Roma.
De creer a Ovidio, los romanos magnificaban el amor y la sexualidad. Pero no eran tan libres como nos hacen pensar sus elegías, sus poemas eróticos y sus estatuas. En cambio, Paul Veyne nos proporciona una imagen de Roma totalmente distinta: la de una sociedad llena de tabúes, en la que coexiste el refinamiento aristocrático con la brutalidad; la virtud republicana y la violencia erigida en espectáculo; que se mueve entre la justicia y la ley del Talión. De este modo, Veyne nos muestra un mundo lleno de luces y sombras y nos revela las múltiples facetas de los romanos.
Paul Veyne es profesor honorario del Collège de France, donde ha ocupado la cátedra de Historia de Roma. Es autor de diversos libros sobre la antigüedad clásica, gran parte de ellos traducidos en lengua castellana.
Michel Foucault y Paul Veyne. El filósofo y el historiador. Dos grandes figuras del mundo de las ideas. Dos figuras inclasificables. Dos “extemporáneos” que durante mucho tiempo compartieron camino y batallas.
Paul Veyne traza en este libro el retrato atípico de su amigo y vuelve a lanzar el debate sobre sus convicciones. Por eso el libro arranca con esta afirmación: “No, Foucault no era lo que se cree, no era de derechas ni de izquierdas, no invocaba ni la Revolución ni el orden establecido. Pero precisamente porque no invocaba el orden establecido, la derecha lo insultaba mientras que la izquierda creyó que bastaba con que no invocara el orden establecido para considerarlo de izquierdas.” Tampoco era estructuralista como se ha dicho, sino un filósofo escéptico, un empirista próximo a Montaigne que en su obra nunca dejó de cuestionar los “juegos de verdad”, las verdades construidas, singulares, típicas de cada época.
Este libro dedicado a Foucault acierta a refutar como muy pocos consiguen hacerlo las ideas que se consideran de vanguardia y que no son más que ideas establecidas. Un libro iconoclasta, un testimonio único.
La separación de las cátedras de griego y de latín en el seno de la universidad perpetúa el mito de una distinción, incluso de una oposición, entre «Grecia» y «Roma». Sin embargo, el Imperio llamado «romano» fue en realidad grecorromano por más de una razón. En primer lugar por la lengua: sin duda la lengua vehicular que se practicaba en su mitad occidental era el latín, pero lo era el griego alrededor del Mediterráneo oriental y en el Próximo Oriente. Igualmente, la cultura material y moral de Roma surgió de un proceso de asimilación de esa civilización helénica que comunicaba Afganistán con Marruecos. Por último, el Imperio era grecorromano en un tercer sentido: la cultura era helénica y el poder romano. ésa es la razón por la cual los romanos helenizados pudieron continuar creyéndose tan romanos como lo habían sido siempre. El presente volumen sugiere una visión de conjunto y un análisis certero de esa primera «universalización» que constituye los cimientos de la Europa actual.
Una oda a la valiosa ciudad siria de Palmira, saqueada en 2015 por el ISIS y resucitada aquí por el famoso historia-dor Paul Veyne.
Palmira, el prestigioso enclave arqueológico declarado patrimonio mundial de la humanidad por la UNESCO, fue tristemente noticia por haber sido invadida y saqueada a manos del EI. Antigua metrópolis floreciente, situada en pleno desierto en el centro de Siria, al noreste de Damasco, Palmira es la antigua Tadmor que, según la Biblia, habría sido construida por Salomón. Esta importante ciudad caravanera fue la mayor potencia comercial del Oriente Próximo entre los siglos I y III, verdadera encrucijada de los intercambios entre Oriente y Occidente.
En el siglo I de nuestra era, bajo el emperador Tiberio, Palmira era una provincia romana, y alcanzó su apogeo con el emperador Adriano, en el siglo II. Los grandiosos monumentos, sabia conjunción de arquitectura grecorromana y de influencias locales, ocupan una extensión de varios kilómetros y se encuentran (encontraban) entre los más importantes del mundo antiguo. Esta es la historia de la «Venecia del desierto» que nos describe Paul Veyne; con él, des-cubrimos este inmenso vestigio de un mundo abolido.