9788413379869
Derecho a la pereza
Paul Lafargue
Editorial: Verbum Fecha de publicación: 03/05/2023 Páginas: 60Formato: 19,5 x 14 cm.
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Vivimos bajo el régimen de la familia patriarcal: alrededor de la figura del padre, empoderada por las leyes y las costumbres de la sociedad familiar, se agrupan la mujer y los hijos. La Biblia, los libros sagrados de Oriente y la mayor parte de filósofos, historiadores y políticos han asumido desde siempre esta estructura como una verdad indiscutible e inherente al ser humano desde sus orígenes. Sin embargo, en el pasado, muchas sociedades, incluyendo la nuestra, se regían por las reglas del matriarcado. ¿Qué ha determinado este cambio de paradigma? En estas páginas Lafargue revela los mecanismos que el poder patriarcal ha utilizado para modificar el curso de la historia.
Esta polémica obra, «una verdadera máquina de guerra contra la sociedad burguesa y capitalista de finales del siglo XIX», denuncia las «espantosas consecuencias» del trabajo asalariado y del trabajo en general, pero sobre todo del «amor» al trabajo que se ha apoderado de la mente de los propios trabajadores. Su autor, Paul Lafargue, yerno de Karl Marx, considera que este «dogma» del trabajo significa una pérdida de las perspectivas revolucionarias d ela clase obrera y a la vez el obstáculo principal en la lucha por una sociedad distinta.
Esta edición incluye una introducción de Diego Guerrero.
Aun a riesgo de ser considerado como útopico, Lafargue defendió que no era el trabajo, sino el placer, el objetivo máximo que debía perseguir la clase obrera. No había, en su opinión, trabajo enajenado y trabajo liberado como pensó Marx; la auténtica posición enfrentaba al trabajo embrutecedor con el ocio placentero. A lo sumo, el trabajo se podría admitir como el “condimento de los placeres de la pereza”, mil y mil veces más nobles que los tísicos “Derechos del Hombre” defendidos por los revolucionarios burgueses. Y estos derechos se concretaban en no trabajar más de tres horas diarias, holgando y gozando el resto del día y de la noche.
“El fin de la revolución no es el triunfo de la justicia, de la moral, de la libertad y demás embustes con que se engaña a la humanidad desde hace siglos, sino trabajar lo menos posible y disfrutar, intelectual y físicamente, lo más posible. Al día siguiente de la revolución habrá que pensar en divertirse”.