A pesar de lo que su nombre puede sugerir, Caracol no es un caracol normal, de hecho es el caracol más rápido de todo el huerto. Además a Caracol le gusta soñar: por ejemplo le encantaría llegar hasta el algarrobo al otro lado de la tapia. Un día empezará su viaje, llevando a cuestas su buen humor, su espíritu posibilista y un inquebrantable deseo de viajar. Las palabras de Pablo Albo siguen con empatía las andanzas de este alegre Caracol, mientras que en las ilustraciones de Pablo Auladell el huerto cobra vida a través de la serie de animados y cantarines insectos que lo habitan.

Estela es la estrella de los deseos. Cada vez que le piden un deseo lanza un destello de felicidad, pero un día una lluvia de estrellas la arrastra lejos del cielo.
Una historia contada siguiendo el ritmo de una fórmula mágica por Pablo Albo, experto narrador que, al igual que la palabra hablada, domina el arte de la narración escrita y sus cadencias.
Las suntuosas ilustraciones de Miguel Ángel Díez transportan al lector a las profundidades del espacio y los abismos marinos.
Premio The White Ravens 2008: según el jurado, "Estela vive como el resto de estrellas: duerme durante el día, brilla por la noche. Cuando titila con un brillo especial, la gente le pide deseos. Un día, la arrastra una lluvia de estrellas. Las otras estrellas se apagan o se convierten en luciérnagas, pero Estela cae en el oscuro fondo del océano. Este onírico y hermoso álbum explica cómo la pequeña estrella siente la soledad al principio y cómo luego conoce diferentes criaturas, cómo mantiene el ánimo y es capaz de convertirse en una estrella de los deseos para los animales del fondo marino. Gracias a unas formas fluidas y unos colores intensos, dominadas por una riqueza de tonos azules, las mágicas ilustraciones revelan la melancolía y las ganas de vivir implicadas en este poético cuento".

Pollo y Erizo están buscando comida en el huerto, y algo llama su atención en el cielo. Ven pasar un ratón, un gato, un lobo, un león y una ballena. ¿Qué harán esos animales ahí arriba?

De joven, el viento era muy alocado y muy bromista. Montaba unos líos tremendos. Una vez cambió las casas de sitio y hubo mucho jaleo.
En otra ocasión, se llevó el negro de la noche a un lugar donde todavía era de dia. Y también puso un montón de nieve donde no tocaba. Hubo que tomar medidas. Por eso ahora el viento está mucho más tranquilo y normalmente se dedica a hacer girar las aspas de los molinos, volar cometas, llevarse peluquines y sombreros, en fin, pequeñas cosas....