978-84-127461-5-0
ZONA URBANA «ENSAYO DE LECTURA SOBRE WALTER BENJAMIN»
MARTIN KOHAN
Editorial: ETERNA CADENCIA Fecha de publicación: 22/01/2024 Páginas: 168Formato: Rústica
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COLECCIÓN LITERATURA MONDADORI - NOVELA
COLECCIÓN LITERATURA MONDADORI - NOVELA
París es, con toda evidencia, la ciudad central en la obra crítica de Walter Benjamin. Pero también es posible desplazarla y convertirla en el vértice de una figura que se compone con otras tres ciudades: Berlín, Moscú y Nápoles. Esa nueva figura, plural y diversa, pero fuertemente articulada, es la zona urbana que se indaga en este libro. Una figura que se nutre de la realidad de esas cuatro ciudades, hasta formar una ciudad nueva, tan real como imaginada, una ciudad que cobra existencia en este recorrido de lectura por los textos de Walter Benjamin. Entrando y saliendo de este mapa, Martín Kohan nos invita a transitar por las preocupaciones estéticas y políticas de Benjamin: la modernidad y su prehistoria, la revolución, la infancia, el lenguaje, la tecnología, el aura y la pérdida del aura, la experiencia y el final de la experiencia.
¿Cuánta desgracia, cuánto infortunio, cuántas desdichas pueden llegar a caber en la vida de un hombre sencillo? Cuentas pendientes se resuelve por una apuesta de máxima: el retrato de una vida en la que el fracaso lo alcanza todo. Porque no hay cosa en la patética rutina de Giménez, el protagonista aparente de esta novela, que no merezca la mayor compasión. Lo que sucede es que el narrador que se ocupa de él no le tiene nunca ninguna. Lejos de cualquier pietismo social, y lejos también de las justas proporciones del realismo, se vale de las desmesuras del grotesco para ensañarse con él. El giro de las cosas en Cuentas pendientes alterará, sin embargo, esta disposición. Porque las novelas que se ocupan de vidas apagadas o penosas suelen alentar esta promesa: la del poder liberador de la imaginación, la del poder de compensación de la propia literatura. Lo que Martín Kohan explora en este libro es una opción diferente: la de la imaginación como condena y como agobio, la de la literatura como reducto, ella misma, de una última desesperación.
Martín Kohan nació en Buenos Aires en 1967. Enseña Teoría Literaria en la Universidad de Buenos Aires y en la Universidad de la Patagonia. Ha publicado tres libros de ensayo, dos libros de cuentos y seis novelas, antes de ganar, en 2007, el Premio Herralde de novela con Ciencias morales.
En 1941, en una ciudad de provincias argentina, una niña confiesa a un sacerdote los primeros y difusos impulsos sexuales que nota en su cuerpo, relacionados con la atracción que siente por un joven apellidado Videla que pasa cada día bajo su ventana. En 1977 un grupo de jóvenes revolucionarios prepara un atentado en un aeródromo para liquidar a un Videla que ya no es joven y es conocido por todos. Y, por último, una anciana –la niña de la primera historia– juega una partida de cartas con su nieto, que ha ido a visitarla a la residencia donde pasa sus días, y entre jugada y jugada le cuenta lo que le sucedió a su hijo, el padre del chico, en lo que resulta una nueva confesión. Una novela sobrecogedora y deslumbrante, construida con una brillantísima arquitectura.
Fuera de lugar transcurre en geografías diversas: la precordillera, el litoral, el conurbano, los remotos países del Este, una frontera. Y también en Internet, el espacio de todos los espacios. Claro que los personajes que se mueven de un lugar a otro, los que parten y se aventuran, no van a quedar por eso más cerca de la verdad que aquellos que se quedan siempre fijos en un mismo punto. Y eso porque la lógica que se impone en Fuera de lugar no es otra que la del desvío. El desvío: ya sea en las perversiones de las fotos con niños que se narran en el comienzo, ya sea en el viaje en extravío que se narra en el final. ¿Qué es lo fuera de lugar en Fuera de lugar? En parte lo es la aberración: eso que no debería suceder y, sin embargo, sucede. En parte lo es la descolocación: el modo fatal en que se desorientan y se pierden aquellos que más seguros se sienten de estar siguiendo las pistas correctas. Y en parte lo es la forma en que Martín Kohan dispone la trama policial de esta novela: hay actos y hay huellas, hay hechos y hay consecuencias; pero las huellas y las consecuencias aparecen siempre en un sitio diferente del sitio donde se supondría, donde se esperaría, donde se las va a buscar.