Al principio, Flor pensó que la impresión de sentirse vigilada era solo fruto de su imaginación. Al cabo de los días, llegaron los lamentos, los ruidos," los portazos y la certeza de que Flor no era la única inquilina de aquella casa.

139 pp.+2 hh. 21,5x13. Rústica ilustrada. Ed. Alfaguara. Madrid, 1996