www.paquebote.com > Lladó
A veces necesitamos perdernos para encontrar nuestro amor.
Querida Alejandra:
Desde el día en que te vi por primera vez en mi librería, supe que ibas a revolucionar mi vida. Con tus dudas, tus miedos, tu peculiar manera de considerarte no lectora. Con ese dolor y esa rabia que guardas desde hace años hacia un padre ausente. Pero también con tus colores, esos outfits imposibles, esa belleza que brilla fuera y dentro de ti, esa necesidad de comerte la vida a bocados mientras buscas un camino que seguir.
Un camino que, por ahora, te aleja de mí y te lleva a Gran Canaria. Temo que no vuelvas y me dejes con mis libros, con mi abuelo, algo perdido sin ti. Pero, si el viaje sirve para que te encuentres y te reconcilies con la vida, aguantaré. Te esperaré. Sé que las relaciones a distancia son un riesgo y lo que yo te ofrezco no es mucho? ¿Lo dejaría todo por ti? ¿Volverás a mí? Quién sabe, mi querida rubia, mi Álex.
Una vez me preguntaste con qué palabra te describiría.
Vértigo sigue siendo y será siempre mi respuesta.
Adrián y Alejandra, el amor a los libros y a la vida, las incertidumbres de los veinte años y la hermosa Gran Canaria protagonizan esta novela de amor, dolor, descubrimiento y mucha, mucha literatura.
'Si no queremos ser tratados como robots lo mejor es que dejemos de comportarnos como robots', nos dice Albert Lladó. La mecanización de nuestro presente afecta a la burocratización de la vida y provoca profundos cambios cognitivos, aún difíciles de vislumbrar. Pero ni la tecnofobia ni el catastrofismo nos van a ayudar a experimentar el asombro y el deseo. A través del arte de la pregunta, origen de la filosofía, la narrativa o el teatro, Lladó nos anima a desvelar el mundo más allá de los simulacros de última hora. Si ante la actualidad sólo reaccionamos desde la indiferencia o la resignación, renunciamos a nuestro presente, siempre actualizable, siempre vivo, siempre problemático. 'La realidad no necesita realismo', advierte el autor. Atender lo que tienen de potencia los hechos, los gestos y las palabras es tomar consciencia de que nuestro mundo se constituye a través de un juego de relaciones, de vínculos abiertos, y de que, con nuestra capacidad de escuchar el silencio y sus sombras, podemos participar de eso a lo que llamamos presente. 'Hay que excavar en lo contemporáneo para percibir que el mundo no es que pueda ser otro, sino que ya lo es potencialmente'. Esa es la invitación que nos hace en este ensayo Albert Lladó. Un presente, en castellano, es un regalo. Y un regalo no acaba de serlo hasta que alguien lo recibe, lo abre, y se hace cargo de él.