9788490740187
Colmillo Blanco
LONDON JACK
Editorial: Verbum Fecha de publicación: 20/06/2017 Páginas: 242Formato: Rústica
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Buck, un perro vigoroso y domesticado que vive confortablemente en una soleada mansión de California, es secuestrado para ser vendido como perro de trineo en los fríos páramos de Alaska durante la denominada «fiebre del oro». La llamada de lo salvaje nos narra la dura lucha por sobrevivir en un mundo hostil y salvaje donde Buck sufre el maltrato de los hombres, de los otros perros y de la naturaleza misma.
Finalmente, gracias a su instinto, a su fuerza, y a las lecciones aprendidas, Buck consigue destacar como líder, y recuperar la confianza hacia el ser humano en manos de John Thornton, su último amo, antes de la llamada de lo salvaje?
Publicado un año antes de su muerte, El
peregrino de las estrellas es una de las más grandes y emblemáticas
novelas de Jack London. Darrell Standing, un profesor universitario
injustamente encarcelado y condenado a muerte, redacta mientras espera
que llegue su hora en la horca las experiencias vividas en la cárcel
de San Quintín. Allí, en compañía de otros
reclusos, es sometido repetidas veces al tormento del «jackett»
-una especie de camisa de fuerza-, hasta que aprende a aprovechar ese
sufrimiento para evadirse mentalmente de su doble confinamiento. En estos
«viajes astrales» Darrell Standing toma conciencia de sus vidas
anteriores, los múltiples avatares de su espíritu a lo largo
de los siglos, desde los albores de la humanidad hasta el miserable calabozo
donde transcurre su última encarnación...
Uno de los conocidos Relatos del Klondike, escrito entre 1900 y 1903. Se trata de un cuento de invierno en el que se narra el trayecto que un hombre y su perro deben llevar a cabo para llegar a su destino, a través de un clima severo y unas condiciones extremas. La única solución para conseguir llegar al objetivo es encender una hoguera en el momento oportuno.'El día amanecía gris y frío, muy gris y muy frío, cuando el hombre abandonó la gran pista del Yukón y trepó el abrupto terraplén, por donde se adivinaba un sendero poco frecuentado que se dirigía hacia el este a través de un espeso bosque de abetos. La pendiente era acusada y, con el pretexto de mirar el reloj, el hombre se detuvo en lo alto para recuperar el aliento. Eran las nueve. No se veía ni un atisbo de sol, y eso que no había ni una nube. El cielo estaba despejado y, sin embargo, la superficie de las cosas aparecía imperceptiblemente velada. Una tristeza sutil se adueñaba del día, y ello se debía, sin duda, a la ausencia de sol.'
Toda la obra de London tiene un marcado contenido autobiográfico, que se acentúa en el texto que ahora presentamos. Si el hombre London está siempre presente en los personajes aventureros del escritor London, podríamos decir que en Marín Eden el autor se vacía y se entrega por entero a sus lectores. Se trata pues de una novela apasionada y trágica, en la mejor tradición de la novela americana, la novela del hombre que se hace a sí mismo y también a sí mismo se destruye.
En 1902 Jack London fue enviado a Inglaterra por el periódico
para el que trabajaba para cubrir como reportero la Guerra de los
Bóers. Finalmente, tuvo que permanecer siete semanas ocioso en Londres.
Ansioso por conocer la vida en la gran metrópoli, recorre sus calles
y barrios, y queda impresionado por la miseria en que sobrevivían
los desheredados que se hacinaban en el East End londinense. Decidido a
documentarse a fondo para escribir un libro denunciando aquella escandalosa
situación, London se disfraza de humilde marinero sin trabajo, duerme
en albergues públicos y comparte con los más pobres sus míseros
alimentos.
De esta experiencia impactante nace El pueblo del abismo (1903),
todo un clásico del periodismo de investigación, una obra
reivindicativa y polémica que cosechó un gran éxito
en Estados Unidos, y posteriormente en la URSS, al tiempo que fue muy criticada
en Inglaterra. Con una prosa tajante como un hacha, London va alternando
historias de personajes reales con feroces y certeros análisis políticos,
en los que vitupera no sólo al capitalismo despiadado sino al régimen
que perpetuaba tal injusticia social: la monarquía británica.
El hambre, la explotación infantil, las enfermedades ocasionadas
por las condiciones de vida antihigiénicas, el trabajo inhumano
sin derechos ni descanso, London no nos ahorra el menor detalle en este
descarnado rosario de la miseria humana. En una ocasión confesó
a propósito de El pueblo del abismo: «Es el único
libro que escribí con el corazón encogido y los ojos llenos
de lágrimas».