9788495311993
MUERTE DE IVAN ILICH, LA.(CLASICOS UNIVERSALES)
LEV N. TOLSTOI
Editorial: Mestas Fecha de publicación: 01/11/2002
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«El conde Lev Nikoláievich Tolstói?dice Selma Ancira?era del todo impredecible. Un día se encontraba en medio de una batalla en Crimea y al siguiente aparecía segando el heno con los campesinos. Otro día nos enterábamos de que estaba aprendiendo el oficio de zapatero y días más tarde de que estaba estudiando griego clásico para leer a Homero. Había momentos en los que nos sorprendía con el minucioso examen de conciencia al que se sometía, mientras en otros lo veíamos perder su hacienda por deudas de juego. Era una personalidad llena de contradicciones, desmesurada y seductora, cuya vida había quedado registrada en un diario.» El presente volumen es una selección amplia y significativa de los diarios que Lev Tolstói escribió entre 1847 y 1894. Poco dado a concesiones, Tolstói se nos presenta en ellos en su más íntima humanidad, en la lucha que mantuvo consigo mismo y con su entorno, en la búsqueda incesante de su plenitud como hombre y como escritor.
La mort d?Ivan Ilitx narra la història d?un home corrent que aspira al benestar i a la tranquil·litat d?una vida quotidiana amable. Una malaltia sobtada, però, és el punt de partida d?un examen immisericorde de consciència en què el dolor físic s?entrecreua amb el dolor moral, de manera encara més aguda i persistent, deixant al descobert el miratge de la pròpia existència. Un entramat incisiu i penetrant embolcalla, amb el mestratge incomparable de Tolstoi, aquesta clarivident reflexió sobre la naturalesa humana davant del fet inexcusable de la mort.
TRIDENT
AUSTRAL EDICIONES ESPECIALES
AUSTRAL 70 AÑOS
Con sesenta años cumplidos, Lev Tolstoi (1828-1910) llega a 1889 sin ser ya el mismo autor de Guerra y paz o de Anna Karénina. Ese año comienza a redactar el primero de muchos borradores destinados a contar la tormentosa historia del príncipe Nejliúdov y su antigua criada Katia Máslova, para lo que necesitaría varias versiones y todo un decenio hasta dar con la versión definitiva de la que se considera "la última de sus tres grandes novelas", Resurrección (1899).
Resurrección es una de esas novelas que determinan la complejidad de los límites entre los siglos XIX y XX, factor que en Rusia tiene una importancia esencial por su proximidad a esos "epicentros de la modernidad" política y artística tan claros para la humanidad, como las revoluciones de 1905 y 1917 o la asombrosa transformación de la herencia decimonónica en un abanico de vanguardias que hoy siguen manteniendo un deslumbrante diálogo con artistas de muy diversos lugares y disciplinas.
Fue la arrolladora recepción de Resurrección en todo el mundo lo que marcó un hito en la novela moderna y lo que situó a Tolstoi en los orígenes de la perspectiva contemporánea de la literatura como elemento formador de la conciencia. Si es más conocido entre nosotros el entusiasmo que la obra provocó en Francia, Inglaterra y Alemania (en España, Clarín la consideró en 1900 la más conseguida de las novelas de su autor), bueno es recordar que las traducciones se multiplicaron en muy pocos años a la mayor parte de lenguas y que por ejemplo en Japón, ya en 1908, Resurrección era utilizado como libro de texto incluso en las academias militares. El crítico K. Riejo atribuye al hecho de que Tolstoi contase lo sucedido a sus héroes desde el mismo punto de vista de millones de desposeídos (y evidentemente y de forma fundamental de las mujeres), el que en algunos países las versiones de la novela circulasen con títulos diferentes al original, como en el caso de Corea, donde se llamó La terrible historia de Katiusha o de Turquía, donde recibió simplemente el nombre de Katia.