Para Sócrates, la ignorancia más perjudicial es la de creer que se sabe lo que no se sabe, porque esta ignorancia presenta como innecesaria la búsqueda de la verdad y no supone reclamo alguno para el aprendizaje. Y ésta es una invalidez que afecta tanto al individuo ignorante de su propia ignorancia como a la vida comunitaria, que se torna conflictiva por esa mezcla de ceguera y vanidad. El método socrático consiste en hacer preguntas que hacen aflorar esa ignorancia, que es enemiga del bien común y que aleja a los seres humanos de la más importante de sus tareas, que es conocerse a sí mismos. En esta Guía, estudiantes y docentes encontrarán un modo de trasladar a las aulas un método que es tan incisivo y desafiante en nuestro tiempo como lo fue en la Atenas del siglo V a. C., y que contribuye a formar el carácter moral de los estudiantes llamados a ser los futuros líderes de nuestra sociedad.

Poesía, mitos, películas, imágenes y reflexiones se reúnen en este volumen que pretende desafiar ese misterio que es el ser personal, y renovar las bases sobre las que se asienta la educación personalizada en el sentido radical que le otorgaba su gran promotor en los países de habla hispana, Víctor García Hoz. Con un lenguaje sencillo, este libro se hace comprensible por todos aquellos que estén interesados en esta manera de concebir al ser humano como un ser personal, y a su educación como una tarea basada en el diálogo y la cooperación, para construir, entre todos, una sociedad más humana. Con el objeto de no enturbiar la claridad de la exposición ni obstaculizar la fluidez de su lectura, las nociones más filosóficas o técnicas se han desarrollado en notas explicativas a pie de página. No obstante, se trata de un libro que invita a una meditación serena sobre la necesidad de ayudar a los recién llegados para que adquieran los recursos íntimos que les permitan crecer en humanidad, y dotarla con un rostro reconocible: con su propio rostro.