9788413377032
Cuentos de amor de locura y de muerte
Horacio Quiroga
Editorial: Verbum Fecha de publicación: 09/09/2021 Páginas: 160Formato: , 19,5 x 14 cm.
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Los mejores relatos del gran maestro del cuento latinoamericano
Este volumen recoge los mejores cuentos de Quiroga, como el estremecedor «La gallina degollada» y el perturbador «El almohadón de plumas», obras maestras de un autor considerado uno de los mejores exponentes del género en lengua española. Amor, locura y muerte son tres constantes en su narrativa, que transita desde el género del terror en Cuentos de amor de locura y de muerte, al realismo comprometido en Los desterrados. Reconocidos tanto por su originalidad estilística como por la novedad de los temas tratados, los relatos del uruguayo Horacio Quiroga se sitúan, siempre, en la fina línea que separa lo racional de lo irracional.
Reseñas:
«Quiroga escribía tensamente, mostraba intensamente. No hay otra manera de que un cuento sea eficaz, haga blanco en el lector y se clave en su memoria.»
Julio Cortázar
«Quiroga fue, para Latinoamérica, el inventor del cuento. Hizo antes que nadie, entre nosotros, lo que Poe había hecho en los Estados Unidos: sistematizó el relato breve y lo elevó en la práctica a la categoría de género literario.»
Abelardo Castillo
«Apenas uno trata de capturar el deslumbramiento múltiple que le provoca Horacio Quiroga, su figura se le escapa por los cuatro costados.»
Liliana Heker
«Hay que leer a Quiroga.»
Roberto Bolaño
«Quiroga sugiere, hace deducir, expone, constata, deja que el lector adivine o comprenda sin subrayarle nunca el dramatismo de una situación ni la atrocidad de un hecho o de un destino.»
Javier Marías
Esta es la obra más representativa de Horacio Quiroga. En estos relatos, Quiroga se maneja con absoluta maestría en el terreno de la narración de terror (no en vano se lo compara con Poe y Maupassant, como se puede apreciar al leer historias tan estremecedoras como «La gallina degollada»), y nos ofrece uno de los máximos exponentes del modernismo latinoamericano. Es, también, la obra más personal de alguien cuya trágica existencia estuvo marcada tanto por el amor como por la locura y la muerte.
Superada la etapa de aprendizaje del modernismo y de Edgar Alan Poe, la obra de Horacio Quiroga (1878-1937) alcanzó su plena madurez creadora con " El salvaje " , recopilación de cuentos que consolidó definitivamente su fama como narrador. Publicado en 1920, el volumen reúne quince relatos ambientados en distintos escenarios y que añaden a las obsesiones habituales del gran escritor uruguayo (la lucha del hombre contra la naturaleza, la alucinación y la locura) temas precursores de la " ciencia ficción " y una apasionada condena de la guerra. Junto a algunos magníficos estudios psicológicos, la densidad dramática de otros argumentos se corresponde con la intensidad de la experiencia de sus personajes. La pasión (el amor y la violencia del rencor suscitado por la humillación) trasciende las fronteras de la normalidad en un clima generalmente hostil, avasallador, donde la tenacidad del hombre y la vida de esfuerzo continuado sucumben frente a la ironía del destino, la fatalidad o la muerte.
Basados en los relatos que contaba a sus hijos en la apartada y agreste provincia de Misiones, en el noreste de Argentina, Horacio Quiroga (1878-1937) volcó en los " Cuentos de la selva " (1918), que protagonizan distintos animales (tortugas, flamencos, loros, yacarés, etc.) su indiscutible maestría de narrador, haciendo latir tenuemente en ellos una intención ejemplar. El volumen se completa con siete adicionales («Anaconda», «El regreso de Anaconda», «La insolación», «Yaguaí», «El alambre de púa», «El potro salvaje» y «Juan Darién»), ambientados asimismo en la exuberante naturaleza del continente americano.
Horacio Quiroga nació en Salto (Uruguay) el 31 de diciembre de 1878. En su juventud viajó a París y participó de la vida literaria y bohemia de Montevideo, hasta que un desgraciado accidente -provocó la muerte de su mejor amigo en un duelo- le indujo a abandonar Uruguay y buscar refugio en Argentina. Acosado por el fantasma de la locura, comenzó entonces un largo peregrinaje a través de la vida y el delirio -fue colono, junto con Lugones, en la región selvática de Misiones, maestro, cultivador de algodón en el Chaco, industrial del carbón y funcionario del consulado uruguayo- que culminó en las primeras horas de la mañana del 19 de febrero de 1937 cuando, víctima de un cáncer incurable, se dio muerte con cianuro en la habitación de un hospital de Buenos Aires. Al igual que Poe, su maestro, Horacio Quiroga pertenece a esa clase de narradores cuya corriente emocional adquiere su grado de máxima tensión en el cuento breve «de efecto», que participa de los elementos característicos del cuento oral, donde la intensidad argumental -la capacidad de absorber la atención del lector- sigue una línea ascendente que se libera con el impacto final. «Si se debiera juzgar el valor de los sentimientos por su intensidad, ninguno tan rico como el miedo», decía Quiroga. El horror que contienen los cuentos reunidos en la presente antología, no es un mero procedimiento mecánico descubierto en las narraciones de Poe y reflejado con mayor o menor fortuna verbal. Como Poe, Quiroga descendió a los infiernos y el horror y la crueldad se instalaron en su propia vida.