¿Qué pasaría si la humanidad se mudase de planeta y hubiera que llevarse una selección mínima de todo el arte y la literatura universales? El Partenón, la Gioconda, la Mezquita de Córdoba, el David de Miguel Ángel, la Divina Comedia o películas como 2001: una Odisea del espacio se someten a una serie de juicios en que un quisquilloso fiscal y un infatigable abogado deliberan sobre la salvación o la condena de cada obra. Eso sí, los argumentos esgrimidos distan mucho del rigor estético y campan a sus anchas por el terreno del ataque disparatado o la defensa insospechada. El arte a juicio es un libro que, sin desdeñar la didáctica sobre diversos hitos artísticos de la humanidad, los aborda siempre desde un enfoque insólito, absurdo, desternillante y en la continua búsqueda de un veredicto fundado en la más sana de las carcajadas.

Este libro no es ni más ni menos que el manual de autoayuda definitivo. ¿Pretendes triunfar en tu empresa sin dar golpe? ¿Quieres limpiar tu aura astral y dejarla como los chorros del oro? ¿Necesitas saber cómo mudarte de domicilio sin perder a ningún pariente por el camino? ¿Quieres conocer las técnicas más eficaces para beber café con leche? Todo esto y mucho más lo podrás aprender en este compendio de cosas útiles para la vida, que te enseñará «a hacer de todo», como su título indica, convirtiéndote –de la noche a la mañana y sin el menor esfuerzo por tu parte– en un verdadero hombre del Renacimiento.
Las enseñanzas magistrales que aquí se ofrecen tratan de temas extremadamente variados: sistemas para ganar elecciones, beneficios de comprarse un volcán, estrategias contra la caspa, consecución de la paz mundial, maneras de fugarse de las cárceles, tácticas para vencer a la burocracia, formas de malograr una entrevista de trabajo, ventajas de la mugre y muchas otras cosas que no mencionamos en esta contraportada porque ya están puestas en el índice del libro y no tiene sentido repetirlas.
Enrique Gallud Jardiel (Valencia, 1958) pertenece a una familia de raigambre literaria, pues es nieto de Jardiel Poncela, el gran humorista. Es Doctor en Filología Hispánica y ha enseñado en universidades de España y del extranjero. Su desmesurada vanidad le ha llevado a escribir numerosos ensayos literarios, históricos y filosóficos, para conseguir que las gentes le admiren y le consideren un intelectual de aúpa. Desgraciadamente, esto no ha sucedido todavía y el éxito que persigue continúa resistiéndosele. No obstante, él no ceja en su búsqueda de la fama y la gloria y sigue pontificando sobre todo lo divino y lo humano, escribiendo libros y más libros sobre todos los temas que se le ocurren con una pedantería que espanta.