Puede decirse que una de las frases más bellas y aleccionadoras que se haya escrito nunca, la pone D. Miguel de Cervantes en boca de de Don Quijote, dirigiéndose a Sancho Panza: la libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos. (cap. LVIII – 2ª parte ).
Y de ello va Hontanares de Libertad, que ya desde el prólogo, con su deliciosa y excelente prosa, Eusebio Pozo nos envuelve y nos incita para que, una vez comenzada su lectura, no haya manera de dejarlo hasta el final.
«Admirado Don Miguel: Por extraño que parezca, me estoy dirigiendo a un muerto de cuatrocientos años de edad…». Con esta frase, el autor, comienza la primera carta que le escribe a Cervantes y una segunda, insistiendo, hasta que, con gran gozo y satisfacción, recibe la contestación del insigne escritor.
Amén de la correspondencia cruzada entre el autor y Cervantes, lo que ya justificaría la placentera lectura de este libro, Eusebio Pozo incluye seis novelas —no tan ejemplares—; seis relatos cortos que, en su condición de «aprendiz de escritor», se las envía al gran maestro, D. Miguel, con admiración y reconocimiento por sus, esas sí, Novelas Ejemplares.
Hontanares de Libertad, es un espléndido homenaje a Cervantes en el IV centenario de su muerte, al que se suma con todo merecimiento.
José Buitrago (escritor y poeta).

Con ecos de Antón Chejov, Eusebio Pozo nos presenta la segunda parte de sus Relatos y cuentos de la vida cotidiana. Cicatrices en el alma se prolonga con A la sombra de un almez. Fiel a su estilo, con una prosa intimista, sencilla y repleta de matices, nos pinta la vida de personajes anónimos y vulgares atrapados por un común destino de mediocridad. Se ahonda en los laberintos de vitales dicotomías, a través de sentimientos encontrados como el amor y el desamor, el recuerdo y el olvido, la vida y la muerte, la locura y la cordura, la felicidad y la desdicha… Y critica aspectos de una sociedad en decadencia, que se encamina a un suicidio colectivo si no ponemos remedio, según nos preconiza el autor. Un paseo por la literatura que merece leerse con detenimiento para poder deleitarlo.

La existencia fluye en una lenta cotidianidad.
Eusebio Pozo nos recoge la vida en su tercera novela, y a través de sus ojos, con relatos cortos y personajes desencantados, nos irá narrando, con una escritura original e intensamente sugerente, todo un abanico de sentimientos y situaciones inesperadas.
En sus frases seguiremos el hilo que cavila hacia una mirada crítica, nuestra sociedad, vida privada y pública: La inmigración, la indigencia, la enfermedad de la lepra, el desvanecer de los sueños y la pena inmensa. Del roce de un sentimiento a las cadenas de un amor perpetuo, de la emoción al desengaño; sus protagonistas nos ofrecen una mirada insólita, llena de cicatrices, cuyas vidas se encuentran entre la fabulación y la realidad más humillante. Es la visión de un pueblo falto de luz, sus habitantes, sus costumbres, sus aromas, una mirada escéptica hacia el “mañana”, una plaza llena de proyectos.
Quiso Eusebio Pozo ponerle versos a una tarde de tragedia, y entre sus dedos se deslizó Cicatrices. ¿Me quieres, amor, me quieres?, ¡Sí!, dijo el poeta, ¡para toda la vida!
Un maravilloso encuentro con la literatura, en un mundo asombrado y un punto desamparado, repleto de tardes y madrugadas, calles y balcones, del sueño y la vigilia.
Clara Fuertes

A través de la historia de un personaje entrañable que, desde su condición de paralítico, es testigo de los sucesos que se desarrollan en una sociedad rural de mediados del siglo XX, el autor relata en El tiempo, la vida y su compás un retrato costumbrista de una época que es presa de su reciente pasado de postguerra, apoyando su narración en hechos y personas que determinaron la realidad del momento. De esta forma nos vamos adentrando en realidades culturales, políticas y sociales que nos ponen de manifiesto de dónde venimos.
No faltan en la novela pasajes de vivencias intensas, con relatos amorosos y de suspense a modo de novela negra, que hacen que se lea con avidez.

El beso leve es una novela que a través de los personajes disecciona la sociedad española de los últimos cuarenta años. Trata de las vidas y las almas de las personas.
Con un lenguaje llano, sencillo, profundo y pleno de autenticidad, el autor nos presenta una puesta en es cena de las pasiones humanas, de sus grandezas y mezquindades. Los personajes se afanan y transitan con sus debilidades y ambiciones, inconscientes de la fragilidad que les acecha ante la omnipresente fatalidad. Una tragedia familiar, una traición, una enfermedad mental…
Episodios de fuertes emociones son tratados con crudeza y realismo, sin desdeñar por ello una cierta clave de humor que contribuye a la distensión de la narración.
La novela nos muestra que el amor apasionado de Esther y Miguel, la ternura de Beatriz, la rebeldía y generosidad de Elvira, sus ansias de libertad, la gratificación de la amistad, del afecto, de la sexualidad, en definitiva, del amor, constituyen el único camino a la felicidad.
Y dos jóvenes perturbados, Angélica y Damián, así como la serena plenitud de los amores tardíos que prenden en Jaime y Beatriz, acreditan el aserto de que El beso leve es una apuesta por el amor.