Los últimos treinta años los niños han cambiado tanto como la sociedad, y las herramientas que siempre nos habían servido para educarlos ya no dan el mismo resultado. Nuestros niños son ahora más inseguros, están sobreprotegidos y tienen muchos más miedos. Pero cuando un niño entiende alguna de las cosas que siente, o lo que le sucede por dentro, percibes cómo le cambia la mirada de golpe, y cómo por fin modifica dócilmente su comportamiento.
Este libro habla de multitud de situaciones reales que la autora ha vivido en un centro de colonias por donde pasan miles de niños y niñas y donde no faltan recursos para transformar sus carencias emocionales. No es un libro de teoría, sino surgido desde la privilegiada «trinchera» de la autora, y ofrece formas muy concretas de poner en práctica la educación emocional, que muchas veces se queda en la teoría y resulta imprescindible si queremos entrenar a nuestros hijos para que sepan qué hacer con su vida.

TODOS LOS NIÑOS CONSIGUEN BRILLAR CUANDO SE LES MUESTRA EL CAMINO HACIA SU TALENTO Y SE LES LIBERA DE SUS MIEDOS.

«"¡Soy valiente y no lo sabía!", me dijo orgulloso Eloy, de 7 años, cuando descubrió hasta qué punto era capaz de hacer un montón de cosas por sí solo que hasta entonces le habían hecho sus padres. Nunca se había creído capaz de superar un miedo con la única ayuda de su valentía.»

Las emociones pueden ser nuestras mejores aliadas, pero también nuestros peores enemigos. Conquistar el miedo es, probablemente, una de las principales misiones de los padres.

Educar es una responsabilidad social porque, algún día, estos chicos y chicas deberán salir al mundo para convertirlo, si es posible, en un lugar mejor. Pero para ello, nuestros hijos necesitaran valentía, fortaleza, confianza y seguridad. ¿Les estamos educando para que desarrollen estas habilidades? Porque si los sobreprotegemos, logramos todo lo contrario: aumentar sus miedos y su dependencia y alimentar la baja autoestima en la adolescencia.

Este libro ofrece consejos muy concretos para poner en práctica la educación emocional y conseguir que los chicos y las chicas se conviertan en personas fuertes y valientes para que puedan afrontar los retos de la vida con seguridad y autoestima. Solo si saben quiénes son, qué quieren y adónde van podran BRILLAR en el futuro.

ELS NENS ACONSEGUEIXEN BRILLAR QUAN SE'LS ASSENYALA EL CAMÍ CAP ALS SEUS TALENTS I SE'LS ALLIBERA DE LES PORS.

«"Soc valent i no ho sabia!", em va dir orgullós l'Eloy, de 7 anys, quan va descobrir fins a quin punt era capaç de fer un munt de coses tot sol, ja que fins en aquell moment les hi havien fet els seus pares. No s'havia imaginat mai que fos capaç de superar una por amb ajuda només de la seva valentia.»

Les emocions poden ser les nostres millors aliades, però també les nostres pitjors enemigues. Conquerir el territori de la por és, probablement, una de les principals missions dels pares.

Educar és una responsabilitat social perquè, algun dia, aquests nois i noies hauran de sortir al món per convertir-lo, si és possible, en un lloc millor. Però per fer-ho, els nostres fills necessitaran valentia, fortalesa, confiança i seguretat. Els estem educant per tal que desenvolupin aquestes habilitats? Si els sobreprotegim, estem fem tot el contrari: augmentar les pors i la dependència i alimentar la baixa autoestima en l'adolescència.

Aquest llibre ofereix consells molt concrets per posar en pràctica l'educació emocional i aconseguir que els nois i noies esdevinguin persones fortes i valentes per afrontar els reptes de la vida amb seguretat i autoestima. Només sabent qui són, què volen i cap a on van podran BRILLAR en el futur.